A la omnipresente Uber, la empresa que ofrece la posibilidad de contratar un coche privado con chófer a golpe de App, parece habérsele quedado corto el asfalto y en las próximas semanas ofrecerá a los asistentes al Festival de Cine de Sundance -uno de los más prestigiosos a escala mundial- la posibilidad de reservar helicópteros H125 y H130 para sus desplazamientos por Park City, Utah. Este proyecto piloto es el resultado de la alianza estratégica con la todopoderosa empresa de transporte y el fabricante europeo de aeronaves, Airbus.
Según Tom Enders, jefe ejecutivo de Airbus Group desde 2012, el cielo ya no es monopolio de unos pocos y su empresa necesita diversificarse. Y lo hará a través de A^3 (Acubed), un fondo de capital de riesgo que el conglomerado aeronáutico ha puesto en manos de Tim Dombrowski, un experto de reconocida trayectoria. El gigante europeo pretende así no quedarse atrás y desempeñar un papel decisivo en las primeras fases de los procesos de innovación.
Dombrowski será el encargado de repartir los 150 millones de dólares que la multinacional desea invertir en aquellos avances tecnológicos que toquen sus campos de interés. ‘Uber-Deal’ es el primero de esos proyectos con los que, entre otras cosas, Airbus pretende hacer descender de los cielos a Boeing, pues la compañía americana lidera desde hace cuatro años el mercado.
Esta no es la primera vez que Uber despega las ruedas del asfalto, porque ya el pasado verano, por ejemplo, probó suerte con los desplazamientos en helicóptero entre Manhattan y Los Hamptons. Y aunque Enders no quiso hablar de precios durante su intervención, estos podrían estar en torno a los quinientos dólares por trayecto. O al menos eso es lo que cobraba Uber por un servicio similar al de ‘Uber-Deal’ durante el Gran Premio de Fórmula 1 en Austin, Texas.
Entre los panelistas de Digital Life Design (DLD) en la conferencia celebrada en Munich durante la cual Enders hizo el anuncio, se encontraba también la Comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager; una de las cabezas pensantes de Netflix y, coincidencia, el fundador de Uber, Travis Kalanick, muy poco dado a prodigarse en este tipo de encuentros, por cierto.
Sin embargo, Kalanick no hizo referencia a esta nueva alianza y centró su discurso en la cara más social de Uber. Esa que él siempre describe como la que ofrece más seguridad al usuario y libera a los conductores del yugo de las licencias. Sea como fuere, la sincronía Kalanick-Enders no sólo redibuja los mapas de autopistas añadiendo al espectro un sinfín de ellas, sino también la forma que tenemos de entender el transporte de personas.
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