El ser humano lleva impreso en su ADN la palabra competición. Desde la antigua Grecia donde se desarrollaron los primeros Juegos Olímpicos, hasta las mil y una formas de enfrentarse unos a otros en todo tipo de deportes, juegos o los más diversos entretenimientos.
El mítico eslogan del barón Pierre de Coubertin, «Citius, altius, fortus», es decir, más rápido, más alto, más fuerte se implementa cada día en cualquier competición. Siempre hay que mejorar. Siempre hay que ir más allá. El cielo es el límite, o quizás solía serlo, porque parece que ha dejado de ser la última frontera.
Airspeeder es la evolución de los deportes de motor. Son las primeras carreras de coches voladores eléctricos manejados por pilotos de élite. Vehículos multicópteros que utilizan la más alta tecnología para generar un nuevo tipo de entretenimiento. Son nuevos deportes, deportes para las nuevas generaciones. Velocidad, diversión y una nueva forma de competición.
Los artilugios voladores son eléctricos y pretenden no alterar el medio ambiente para convertirse en un deporte sostenible y adaptado a los nuevos tiempos que el planeta necesita. No todo es competir, el desarrollo limpio y sin contaminar cada vez es más importante en el mundo en el que vivimos.
Los espectaculares coches alcanzan una velocidad sobre el aire de 130 kilómetros por hora. Tienen una autonomía de diez minutos y su peso ronda los 120 kilos. Su material principal es la fibra de carbono para aligerar al máximo su peso y conseguir exprimir todo lo posible cada minuto de vuelo.
Es el momento de apuntarse para optar a ser piloto de una de estas aeronaves. Aceptan voluntarios para comenzar a disputar las primeras carreras. No será fácil puesto que el casting será exigente, pero pilotos de otras disciplinas es probable que encuentren aquí nuevas formas de competir.
Juan Manuel Fangio, leyenda absoluta del automovilismo, dijo en una ocasión refiriéndose a Ayrton Senna: «A él poco le importaba si el asfalto estaba mojado; lo suyo era volar y violar en un segundo todas las leyes de la física». Poco imaginó Fangio que tan solo unas décadas después de su fallecimiento habría pilotos que iban a competir y volar literalmente sobre un circuito.
Los anunciantes ya han empezado a apoyar esta nueva iniciativa deportiva y más pronto que tarde se convertirá en un trepidante deporte que seguir, disfrutar, y tremendamente visual para sentir la velocidad en la pantalla de nuestra televisión, tablet o móvil. Deportes para una nueva era.
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