Hubo un momento en el que las fábricas se vieron obligadas a cambiar su fisonomía para poder elaborar más productos y llegar a más gente. La invención y adopción de las cadenas de montaje cambiaron para siempre el modo en que se produce todo lo que usamos. Los robots poco a poco se convirtieron en los protagonistas de ese proceso. Reducen costes y su eficiencia es muy alta. Aún así, hay momentos en los que la presencia humana es fundamental para determinadas tareas. Los robots todavía no han conquistado el cien por cien de los espacios y donde no han llegado hay soluciones alternativas capaces de ayudar a los trabajadores.
Los exoesqueletos son un buen ejemplo. Estructuras que se acoplan sobre una persona y le ayudan a hacer labores que por sí misma hubiesen resultado imposibles.
Uno de los modelos más avanzados que podemos encontrar en el mercado se llama Crazy X. Su fabricante es German Bionics y acaba de presentar la quinta generación de este sorprendente dispositivo. Entre sus novedades destaca la inteligencia artificial. El Crazy X es capaz de aprender de los movimientos erróneos de quien lo porta y ayudar a corregirlos para ser más eficiente.
Básicamente, este exoesqueleto, o mejor dicho exotraje, es una mochila de unos 7 kilos de peso que una vez que lo adaptamos a nuestro cuerpo nos permite desplazar pesos de hasta 30 kilos con un esfuerzo muy reducido. Sin someter a esfuerzos graves a nuestra espalda o piernas. La seguridad es lo más importante, por ello cuenta con un sistema denominado Smart Safety para reducir al mínimo las posibles lesiones que sufren las personas que trabajan levantando y moviendo cargas pesadas. Este programa avisa al usuario cuando alguno de sus gestos no es el apropiado o el peso recogido es superior al que el Crazy X puede gestionar con seguridad.
El sistema interior de este exoesqueleto recopila toda la información que se genera mientras se trabaja y la transmite a un módulo central para que el trabajador y su responsable lo puedan ver en tiempo real. El sobre esfuerzo y la fatiga se controlan así para que la persona que se encuentra trabajando no sufra lesiones innecesarias. Un trabajo, y un trabajador, puede ser más eficiente si no se exceden las fronteras lógicas y responsables. No siempre es así y gracias a este innovador sistema todo queda registrado para que las tareas se cumplan sin sobresaltos.
El Crazy X es cómodo para quien lo maneja y su mecanismo se acopla sobre quien su portador en tan solo un minuto. La batería que mueve su motor puede aguantar sin problema toda una jornada de trabajo sin tener que recargar.
Los avances en el campo de este tipo de tecnología se producen con una celeridad asombrosa. La evolución es constante y con ello ganamos todos. En el plano de la medicina cada vez son más frecuentes el uso de exoesqueletos para ayudar a personas con movilidad reducida, en la industria su uso se extiende a toda velocidad. Son prácticos, eficaces y el mejor de los ayudantes en todo tipo de situaciones. Las cadenas de montaje son entornos de trabajo super eficientes. Para aquellas tareas más específicas, delicadas o que no se pueden automatizar este tipo de tecnología aporta soluciones muy eficientes. Trabajo realizado sin esfuerzo, trabajadores más protegidos y seguros. La tecnología como aliado.
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