El nuevo Constellation de Vertu

Los Vertu son mucho más que teléfonos. Son joyas que además sirven para hablar… y mucho más. Vertu nació como una unidad de negocio de Nokia, cuando Nokia era la principal fabricante de teléfonos móviles del mundo. Una pequeña unidad compuesta por ingenieros, creativos y expertos en telefonía que investigaban con los mejores metales, los componentes de última generación y la introducción de la exclusividad.

Nokia quebró, fue comprada por Microsoft y esta pequeña unidad de negocio fue adquirida en octubre de 2012 por un grupo de inversores británicos, EQT VI, por una cifra que ronda los 200 millones de dólares – nunca confirmada-. Desde entonces, Vertu se ha reinventado con un director creativo español al frente, Ignacio Germade, que es un maestro del diseño y de la elegancia. Ignacio, junto a Jonathan Sinclair, ex- Jimmy Choo, que ha llegado como nuevo director financiero, esperan dar el salto definitivo en un mercado sin competencia. 

Aunque los expertos en tecnología han criticado en numerosas ocasiones exactamente la debilidad tecnológica de los modelos de Vertu, el hecho es que hay unos 326.000 teléfonos en manos de los hombres y mujeres más exclusivos del mundo desde hace dos años. 

Un Vertu es mucho mas que un teléfono, es una seña de ideantidad. A partir de 5.000 dólares cualquiera puede soñar con una edición limitada o hecha especialmente «a medida» como si se tratara de alta costura. En Vertu en Londres trabajan 500 personas, cada teléfono lo fabrica un solo operario de principio a fin y cada teléfono está firmado por él.

El Constellation Gemstones es una edición limitada a 320 ejemplares y compuesta de dos modelos con 80 zafiros o rubíes, ambos llevan un cuerpo de titanio grado 5 complementado por un acabado en cuero de becerro a tono con el color de las gemas. El precio es de 10.150 dólares.

Al igual que todos los Vertu, lleva consigo el sistema «concierge», un asistente personal las 24 horas, los 365 días al año que está dedicado a ofrecer y conseguir todo aquello que el dueño del teléfono desee: desde unas entradas para la Ópera en Londres hasta un avión privado para volar esta noche a Tanzania.  Los teléfonos Vertu se venden en 70 países a través de tiendas propias y en joyerías exclusivas. El principal mercado es el chino, seguido del ruso.