Foto: Canon
Teniendo en el bolsillo un teléfono móvil con las capacidades fotográficas que estos dispositivos nos brindan hoy en día es inevitable que hagamos muchas fotos. Muchísimas. De las innumerables fotografías que realizamos un gran número se quedarán para siempre en la memoria digital pero muchas otras merecerían un paso más. Son aquellas que realmente ganarían presentadas en un soporte físico. Pero rara vez lo hacemos porque no tenemos tiempo para ir a un lugar donde las impriman con calidad, pasar a buscarlas unos días después… No lo hacemos, y se quedan en nuestro móvil olvidadas. Por eso hemos puesto a prueba algo que termina para siempre con esa dejadez. Una impresora fotográfica digital, pequeña, portátil y con una calidad sobresaliente que nos ha reconciliado con la fotografía en papel.
Canon Selphy CP1500 es una impresora fotográfica compacta capaz de llevar al papel nuestras mejores fotos para tenerlas, enseñarlas, compartirlas o simplemente colgarlas en nuestro rincón favorito de la casa. Su pequeño tamaño hace que sea muy fácil llevarla con nosotros allá donde nos desplacemos, ya sea por trabajo o por ejemplo de vacaciones. Así de práctica es.
Su conexión inalámbrica aún facilita más la operatividad, y por consiguiente, las ganas de utilizarla. Es fácil, sencillo y el resultado siempre es magnífico. Su tecnología de sublimación de tinta, con casi 17 millones de colores, es capaz de imprimir nuestra foto en menos de un minuto. En concreto, bastan 41 segundos para tener nuestro recuerdo para siempre en nuestra mano. Además, sus fotos son resistentes al agua, a los arañazos y a las huellas dactilares.
Una de las cosas que hacen de la impresora Canon Selphy CP1500 un gran punto a favor es su facilidad de uso. Nos conectamos a través de su aplicación móvil desde nuestro teléfono móvil y ya podemos imprimir cuantas copias necesitemos de nuestras fotos. Pero eso no es todo, desde la propia app podemos hacer que nuestras fotos sean aún más exclusivas añadiendo diseños a nuestro gusto, códigos QR, textos, bordes, sellos… todo lo que se nos ocurra para que cuando pulsemos en el botón de imprimir sea totalmente único y nuestro.
La Canon Selphy nos lo pone fácil y el artista que llevamos dentro verá cómo su creatividad se siente recompensada. Dejar nuestro sello y sumar elementos a nuestra foto es más fácil que nunca. Una vez satisfechos con el resultado solo falta elegir el tamaño. Podemos imprimir desde postales de 100 x 148 mm, a mini adhesivos de 22 x 17,3 mm.
Pese a su pequeño tamaño la Canon Selphy cuenta con una generosa pantalla LCD de 3,5 pulgadas desde la que podemos controlar los menús y lo que es más importante, múltiples conexiones. De esta manera podemos imprimir directamente nuestras fotos desde tarjetas de memoria, ordenadores conectados por wifi, memorias USB o cámaras gracias a su lector integrado.
El modelo Canon Selphy está disponible en tres colores, negro, blanco y rosa, cada uno de ellos a un precio de 149,99 euros. Esta pequeña impresora consigue devolvernos la ilusión por la foto tradicional, la foto impresa que pasamos de mano en mano para que amigos o familiares vean nuestras pequeñas obras. Nuestros nuevos álbumes ahora contarán con fotos con texto, ilustraciones o QR que nos lleven a otros destinos digitales.
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