El buen tiempo acecha: solecito, calor, barbacoas, bañitos… no sé tú, pero yo estoy contando las horas para arrancar con los planes de verano. En casa hemos dedicado el fin de semana a poner a punto la terraza y el jardín con mucha limpieza y perfilando los detalles para que todo esté listo. Que luego las visitas se fijan en todo. Solo nos queda una cosa… la piscina.
Quienes tengan una casa independiente sabrán que la piscina es uno de los mayores quebraderos de cabeza. El alto coste y la exigencia en su limpieza compensan por unos cuantos meses de refrescarse y montar el plan de cualquier grupo de amigos. Este año hemos resuelto la pereza de limpiarla usando tecnología. He estado probando un nuevo robot limpia piscinas sin cables, y vaya invento… ¡Te lo enseño!
Mantener la piscina a punto no solo requiere de trabajo al principio de la temporada, sino casi a diario en los meses de verano. Pasar el limpiafondos es una tarea a la que hay que emplearle un importante rato dos o tres veces a la semana. Hay veces que la tecnología revoluciona nuestra rutina. Ocurrió con la Thermomix, que empezó a cocinar por nosotros; más tarde con el Roomba, que aspiraba la casa… y ahora con el limpia-piscinas de Aiper que lleva con mucho éxito la limpieza robotizada a este ámbito del jardín.
La firma presume de ser un líder global en robots limpia piscinas. No es de extrañar, pues han utilizado la tecnología para simplificar el proceso de limpieza y volverlo más eficaz. De camino se han quitado una de las grandes pegas que tienen sus competidores: el cable. El modelo de Aiper que hemos probado es totalmente autónomo y funciona con baterías, por lo que no requiere de conexión a la electricidad mientras funciona. Y por tanto, podemos bañarnos al mismo tiempo.
Su funcionamiento es sencillísimo. Tiene un único control en forma de rueda para seleccionar si queremos que limpie suelo, paredes o ambas, que es el que nosotros hemos elegido por definición. Este robot es el más avanzado de la marca, capaz de limpiar suelo y paredes, e incluso frotar en la línea de agua para evitar que quede marcada. Hecha esta selección, se tira al agua y él se encarga de todo el trabajo. Su batería dura unos 150 minutos, suficientes para limpiar una piscina de hasta 300m2.
Es el limpiafondos más potente hasta la fecha, utilizando un conjunto de 4 motores que succionan toda la suciedad que pueda acumularse en la piscina. Lo cierto es que el robot limpia exactamente como promete, los resultados han sido muy buenos. Siempre que tengamos suelos y paredes planas, no tendrá problemas en escalar. Para planificar la limpieza, hace un par de pasadas que le permiten medir la piscina y desde ahí planifica la ruta a seguir. El algoritmo hace un buen trabajo y resulta muy metódico para asegurarse de optimizar el tiempo de limpieza y cubrir toda la piscina. No hay pega alguna en este sentido.
La robótica puede ser sencilla o un auténtico dolor de cabeza. Aiper no ha pensado en complicar la existencia de los usuarios de los robots, sino más bien hacerlo extremadamente sencillo. El robot está fabricado con plásticos y gomas muy resistentes y pesa cerca de 10kg. Al terminar la limpieza, se posiciona de forma que podamos recogerlo con el gancho incluido en la caja. Lleva un sistema de vaciado rápido de agua, que tiende a acumularse dentro del equipo, para que podamos guardarlo rápidamente. El mantenimiento diario es sencillo: vaciar y enjuagar con agua el pequeño depósito de suciedad de su parte superior.
En los meses de piscina lo hemos tenido guardado junto a la depuradora. Ahí dejamos el cable de carga y conectábamos el robot después de cada limpieza para tenerlo siempre a punto. Apenas tarda una hora y media en completar el 100% de su carga, así que se puede poner en marcha relativamente rápido. Que el robot apueste por estas baterías en vez de por el cable tradicional es un auténtico punto de inflexión en su segmento de producto, y uno de los grandes motivos por elegirlo por encima de otros. Al terminar el verano vuelta a la caja.
Con este modelo que hemos probado, el Seagull Pro, Aiper pretende posicionarse en lo más alto de su categoría en cuanto a robots limpia-piscinas. Un robot 100% inalámbrico que no sacrifica potencia ni autonomía y cumple excelentemente con lo que promete: mantener la piscina a punto. El concepto de limpiafondos automático ya existía, pero siempre conectado a un cable o tubo a la depuradora… esto, por fin, desaparece. El precio ronda los 700€, aunque es fácil encontrar descuentos.
No es económico, pero tampoco de las opciones más caras del mercado. Desde luego, muy equilibrado para la experiencia que ofrece. El portfolio de productos de la marca tiene, sin embargo, muchas más opciones para elegir. Los modelos más económicos arrancan en 200€ y ofrecen la misma experiencia autónoma y sin cables. Varía la potencia, duración de la batería y capacidad, entre otras cosas. Es fácil encontrar el robot más adecuado en función del tamaño de la piscina, la necesidad de limpieza y el presupuesto.
Aiper está haciendo cosas muy chulas e innovadoras, y no solo con sus robots limpiafondos como la serie Scuba presentada reciamente y que ha recibido multitud de galardones. Por ejemplo, anunciaron en enero un robot cortacésped, el primero de la historia, y un recoge-hojas flotador para piscinas alimentado con paneles solares. Opciones hay miles. Lo que tengo claro es que, igual que vivimos la época del Roomba en casa, a nuestro jardín aún le espera mucha innovación por llegar.
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