El deslumbrante Anantara Palm Resort de Dubái, una experiencia sin límites
Alojarte en el Anantara The Palm Resort es uno de los territorios imaginarios que encontrarás en Emiratos Árabes Unidos.
La primavera arrancó con el misterio de lo nuevo por conquistar. No hay una sola manera de leer una ciudad, su comprensión siempre es incompleta y se desvanece para los visitantes que, ávidos de curiosidad, se plantean todos los interrogantes a resolver antes de dejar volar la imaginación. Pero qué hacer cuando llegas a un lugar que lo tiene todo, como Dubái.
Por dónde empezar. Quizá podríamos resumir Dubái como una urbe donde el lujo no conoce límites. Su historia, aunque inaudita, se puede resumir desde que fue apagándose el boom del petróleo y el comercio de las perlas. La ciudad tuvo que “reinventarse” resurgiendo de las dunas y configurando un nuevo paisaje urbano a un ritmo vertiginoso. El auge extremo de la construcción la llevó a lo que es hoy, y cuesta creer que el centro no existiera hace menos de dos décadas.
Dubái, la ciudad que lo tiene todo
Un rey extremadamente visionario y sus herederos millonarios apuestan con intuición y esperanza, invirtiendo en la reputación de Dubái como paradigma de lo ultramoderno. Ambiciones elevadas que la hacen crecer día a día en un auge extremo de la construcción. Como apunte, decir que el 25% de las grúas en el mundo están ahí. Si bien la ciudad es fiel a su cultura y está llena de referencias históricas árabes, también ha dejado espacio para las influencias internacionales.
Dubái, estéticamente explosiva, rivaliza ya con algunos de los destinos turísticos más dinámicos del mundo ofreciendo lujo, cultura y aventura. Así que si estás planeando viajar no lo pienses más, tu próximo destino para una idílica luna de miel podría ser esta joya en el desierto árabe.
Dubái fascina por su horizonte futurista. Tiene imponentes rascacielos con ascensores supersónicos, helipuertos en lugares insólitos, esculturas cubiertas con cristales de Swarovski, un icónico Museo del Futuro, piscinas infinitas en el desierto y fabulosas tiendas de marcas de lujo.
Además de un tapiz de complejos turísticos y hoteles diseñados por arquitectos de renombre como Zaha Hadid de lo más extravagante. Recorrerla te parece un espejismo de ficción. Todo lo que puedas imaginar se les ha ocurrido a los inversores de los EAU comprometidos con el próspero sector hotelero. A este ritmo pronto estará a años luz de muchas otras.
La palmera más famosa del mundo
Llegamos en pleno Ramadán donde la llamada a la oración nos “susurraba” en cada esquina, haciendo el viaje todavía más atractivo para un occidental. Y nos lanzamos a explorar el discurso de un lugar que exige un cierto nivel de atención. La pregunta parecía evidente: ¿Hasta dónde puede esta ciudad explotar su “potencialidad”?
En cuanto a hoteles de lujo es difícil escoger. Los hay de estilo europeo, rascacielos y pintorescos hoteles boutique. La prestigiosa The Palm Jumeirah está compuesta por un mapamundi con 260 islas artificiales con forma de palmera. Tiene tronco, 17 ramas y un semicírculo que protege el conjunto de olas grandes y vientos fuertes. Un ambicioso proyecto cuya construcción comenzó en el año 2004 y finalizó en 2009. Allí se encuentran las propiedades más lujosas en una constelación de hoteles de primer nivel con vistas panorámicas del golfo Pérsico.
Alojarse en Anantara The Palm Resort Dubai
La propiedad más nueva en la icónica Palm Jumeirah es el Anantara The Palm (inaugurado en 2013). Un resort de lujo de inspiración asiática ubicado hacia el final de la media luna y rodeado de belleza natural. Cuenta con una extraordinaria variedad de alojamientos en un total de 293 habitaciones, y es el único complejo en los EAU con 18 villas sobre el agua. Todas con una arquitectura de inspiración tailandesa y una estética muy íntima y sofisticada.
Cada habitación está meticulosamente decorada con muebles lujosos y elegantes, suelos de madera de caoba, detalles en seda asiática y una paleta de colores limpios en tonos tierra. Entre los placeres del spa y la belleza natural, los viajeros que buscan relajación encontrarán en él un sendero peatonal panorámico perfecto para paseos románticos.
Si acogéis la sugerencia, Anantara The Palm Resort es un absoluto lujo para cualquier viajero. Por eso no es de extrañar que sea uno de los favoritos de las parejas recién casadas que se sentirán como en casa en las villas frente al mar.
Muchas son las razones que hacen de este un destino cautivador. Y otra de ellas son las opciones gastronómicas de primer nivel donde saborear experiencias con diferentes cocinas. Y en este oasis de lujo no podía faltar Mekong, un restaurante para los epicúreos aventureros entusiastas de la comida asiática.
Un atardecer de marzo viví allí, en Mekong, una de mis mejores experiencias en los últimos meses. Conscientes -mis compañeros de viaje y yo- de lo afortunados que éramos, brindamos para celebrar la brevedad de todo y lo contagioso que es el entusiasmo. Está claro que la marca Dubái aumenta su grandeza sin cesar y no muestra signos de disminuir su ambición en romper distintos récords Guinness mundiales.
Un placer compartir destino y ponerme en la pista de esta ciudad fascinante, admirada por muchos y criticada por otros, que se ha ido construyendo a sí misma como piezas cortadas a mano, milagrosamente unidas conectadas con cada una de sus vecinas. Un puzzle como si se tratara de una maqueta gigante. Edificio a edificio, a cada cual más sorprendente y extraordinario, calculados, estudiados, dando forma al enigma. Una ciudad llena de detalles, de transiciones en un espacio organizado, coherente, estructurado, donde le toca al espectador reconstruir todos los elementos que figuran para dar respuesta a los cientos de preguntas sin resolver que tiene.
Una ciudad prolífica que amanece como si fuera nueva cada día. Próximo destino, de nuevo… Dubái.