Todo lo que mueve el agente secreto más carismático del mundo es puro oro. Desde las actrices escogidas como sus acompañantes hasta los zapatos que calza, las bebidas que toma, los coches que conduce o las ciudades y hoteles que pisa, todo alcanza una repercusión y fama estratosféricas a la altura de sus misiones. Unos escasos minutos de persecución por las azoteas de cualquier ciudad, breves escenas en las estancias de cualquier hotel o efímeras referencias a cualquier fiesta típica son suficientes para que los seguidores de la saga quieran visitar los lugares y alojarse en las habitaciones donde ha estado su héroe.
En la última película de la saga, Spectre, cuya trama transcurre durante la celebración tradicional del Día de Muertos, James Bond vuelve al Gran Hotel de la Ciudad de México, un emblemático edificio que ya visitó en 1989 (en la piel del actor inglés Timothy Dalton) dándose a conocer en el mercado latinoamericano con el nombre de ‘007: Con licencia para matar’. En esta ocasión, el actor inglés Daniel Craig aparecerá en el espectacular hotel con la actriz mexicana Stephanie Sigman, quien da vida a Estrella, una mujer que supuestamente trabaja allí…
El Gran Hotel de la Ciudad de México fue diseñado y construido por el ingeniero militar David Garza entre 1885 y 1889 en estilo ‘Art Nouveau’. Pero no fue hasta 1968 cuando el dueño lo convirtió en hotel aprovechando la coyuntura de los Juegos Olímpicos que se iban a llevar a cabo por esas fechas en la capital. El espectacular edificio cuenta con 60 habitaciones y suites de lujo (a partir de 500 euros/noche) que, junto a su famoso vitral de Tiffany (considerado tesoro mundial) y un sinfín de experiencias y rincones especiales, dan absoluta licencia para soñar.
La Ciudad de México recibe al año 11 millones de visitantes y sólo 2 millones son turistas internacionales. El mismo Daniel Craig, que visitó por primera vez la capital mexicana el pasado marzo para filmar la secuencia inicial de la cinta dirigida por Sam Mendes, dijo: “Tengo que volver más tranquilo y con más tiempo para conocer esta increíble ciudad”.
En la secuencia de apertura filmada en el Zócalo, la plaza pública más importante del país, Stephanie Sigman aparece caminando de la mano de James Bond con rumbo al Gran Hotel de la Ciudad de México. Enfundada en un vestido morado escotado y el rostro maquillado al estilo de una moderna Catrina, la chica Bond comparte crédito con la italiana Monica Bellucci y la francesa Léa Seydoux.
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