Había una vez un hotel en el que siempre era sábado. Ya desde el principio, al entrar en Sabàtic Sitges ves que su lema es “vivir cada día como si fuese sábado”.
Y en efecto, es viajar hacia nuevas experiencias de la mano de la división Autograph Collection de la exclusiva cadena Marriott Bonvoy. Un hotel de 4 estrellas superior ubicado en el pueblo en el que vivió el pintor y escritor Santiago Rusiñol.
Una estación: invierno. Un lugar: Sitges. Un nombre: Sabàtic. A esto se le llama encuadrar, y encuadrar es excluir. Del judío ‘sabbath’ día de descanso semanal, Sabàtic es un lugar para disfrutar y desconectar en un microclima privilegiado en las proximidades del casco antiguo de Sitges.
Una localidad costera que disfruta de un paseo marítimo de 4 kilómetros con playas que son el lugar perfecto entre el mar y la montaña, entre el Mediterráneo y el Parque Natural del Garraf, y a poca distancia del aeropuerto de Barcelona.
En un hotel siempre eres espectador y siempre tratas de retener algo. Eso te permite acercarte a la comprensión de un lugar. Para mí Sabàtic es un escondite seguro al que acudir y donde dejarse llevar. Un lugar que los «connoisseurs» encuentran repleto de asociaciones inesperadas. Su propuesta consiste en un intercambio de tiempo para ti yendo más allá de la visión del típico hotel.
Ellos quieren conectar con la gente del pueblo, atraerlos a los directos de música en la hora del aperitivo o a comer a su restaurante, y en este sentido quieren marcar la diferencia. En Sabàtic se respira calma, es un lugar que irradia luminosidad y donde la experiencia es lo relevante. Aquí los sitgetanos se han instalado a vivir por momentos para estar como en un amplio pedestal donde descubrir sus costumbres y sus rincones.
Podríamos comprender un hotel por sus imágenes. Esas pistas visuales que nos ofrece y que sintetizan esos exóticos y pequeños rincones para visitantes curiosos que aquí tienen una “estética vacacional, con un toque urbano”otra de las definiciones que encajan muy bien con el lugar. Mucha luz y materiales naturales componen una decoración mediterránea que transmite tradición y calidad.
El diseño de sus 90 habitaciones y espectaculares suites con terraza y vistas al mar, su restaurante, su zona wellbeing y hasta su cine al aire libre los firma el estudio de la interiorista Sandra Tarruella. Como directora creativa apuesta por objetos de barro, baldosas de colores azules y piezas de mimbre que marcan un estilo moderno.
En las habitaciones ha querido transmitir frescura y calidez, aplicando un color arena en las paredes e introduciendo la madera en suelos, paredes y techos. Esto aporta confort acústico a todas las zonas comunes con espacios conectados visualmente. Los baños se han realizado con una pieza de gres que se parece a una piedra abujardada para crear un envolvente único.
Las fotografías que decoran las paredes son obra de Salva López. Los mostradores de recepción son de piedra natural y dos grandes librerías-celosías filtran las visuales. Hay lámparas Tekiò de Santa & Cole, alfombras a medida de Cumellas, sofás de Perobell y butacas Kata de Arper.
El acceso a la terraza en planta baja se realiza a través del restaurante que queda al mismo nivel protegido de la incidencia del sol mediante unas pérgolas metálicas con lamas de madera. Para separar las terrazas de las habitaciones de la piscina y zona chillout se ha creado un paseo con múltiples e incontables espacios donde practicar meditación y en los que sentirse a gusto, un argumento suficiente para alojarse.
La barra central ha sido situada como un sistema de vasos comunicantes de todos los espacios para que queden conectados visualmente. Desde allí distinguimos el restaurante Pasatempo enfocado en una cocina mediterránea local y de temporada potenciada por el producto Km 0. Aquí el territorio se nota en cada rincón y es un restaurante que puedes visitar independientemente de si te alojas en él o no.
La cultura del vino en Sitges es importante. Por ello el hotel organiza visitas a bodegas, catas de vino mensuales e incluso tienen su propio vino y cava Sabàtic hecho para el hotel por el Celler Torné & Bell (de la D.O. Penedès). Así que puedes disfrutar de una experiencia singular muy vinculada al territorio a través de la gastronomía, o tomarte en su terraza su cerveza ‘Sitgetana’ con un programa musical elocuente leit motiv que invita a visitarlo un día más. Y para los simpatizantes del mar se organizan salidas en barco a rutas por la costa en kayak.
Inés Müller, responsable de Marketing “Esta integración con Sitges y el territorio se nota en cada rincón”. Destacar de Sabàtic que no es un lugar de multitudes. En este hotel se respira la misma energía o espíritu que tiene Sitges, en un contexto muy íntimo… Y al despertar una preciosa mañana te das cuenta de que vuelve a ser sábado.
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