Vistas desde The Marquee. Foto: SilverSea
La presidenta de SilverSea, una de las compañías más consolidadas y referente del lujo en el mar, Barbara Muckermann y su equipo lo tenían claro. Ansiaban revolucionar arquitectónicamente el sector e impregnar el nuevo barco de un diseño innovador donde el mar fuera el auténtico protagonista. Y así nació Silver Nova.
Construido en los astilleros alemanes Meyer Werft, el diseño asimétrico del nuevo barco venía precedido de una enorme expectación. Todo por la firme determinación de arriesgar y huir de un concepto más convencional y asentado en este tipo de barcos.
De este modo, cuando llegas a la cubierta 10 captas rápidamente lo que han querido transmitir. Lo haces al ver la piscina ubicada en un lateral, donde todas las tumbonas, barra de bar y restaurante –el espectacular The Marquee– están orientados para contemplar el mar como si se tratara de una infinity pool.
Y es que el diseño arquitectónico exterior e interior de Silver Nova es un despliegue de innovación y buen gusto. Todo ello acorde a las exigencias de unos huéspedes que suelen ser fieles al sello inconfundible de SilverSea.
El arte, además, está presente en cada una de sus estancias. Todo gracias a ICArt, una consultoría de arte internacional, que fue la encargada de seleccionar 1.300 obras de arte de más de 50 artistas que estuvieran en sintonía con la pionera arquitectura del barco.
Pero hay un elemento muy característico y que se ha visto reforzado. El concepto SALT, cuyas siglas responden a Sea And Land Taste. Un concepto de restaurante, bar y lo más novedoso -con el asesoramiento de Adam Sachs– el Chef’s Table, donde el protagonista es el producto local.
Sólo se cocina con el producto que ese mismo día se ha adquirido en el puerto que haya tocado. Con una elaboración muy cuidada, la iniciativa está pensada para agradar a los huéspedes más exigentes.
Es un laboratorio gastronómico donde el chef escogido cocina para un máximo de 20 comensales un total de 11 pases. Lo hace mientras el sol va cayendo y sus colores atraviesan los amplios ventanales con salida directa a la cubierta.
SALT Kitchen y SALT Bar estaban ya presentes en el barco anterior, Silver Dawn, a bordo del cual tuve el placer de descubrir los rincones más bellos a lo largo de los fiordos noruegos. Fue justo después de que se inaugurara en el Adriático Silver Nova, donde se ha consolidado incorporando las nuevas opciones.
Además de las propuestas gastronómicas anteriores, Silver Nova cuenta con La Dame, el restaurante francés por excelencia; o Kaiseki, el japonés y fusión asiática que sigue imbatible. A estos se suman otras opciones refrescantes como la de The Marquee, en el puente 10. Se trata de un restaurante al aire libre donde se puede desayunar, comer o cenar con platos de todo tipo pero con una buena selección de propuestas saludables.
Además, cuenta con unas vistas excepcionales gracias a ese nuevo diseño que permite contemplar la estela del barco y sus paisajes desde cualquiera de sus espacios. Debo confesar que me gusta especialmente Silver Note, un pequeño restaurante para menos de 50 personas ambientado en una especie de club de jazz con platos de diseño sorprendentes mientras escuchas en directo piezas inolvidables de los años 50.
Silver Nova se quedó en verano en el Mediterráneo y la costa adriática, zarpando posteriormente desde Barcelona hacia Lisboa. Desde allí inició la temporada en Nueva York y hacia la zona de Caribe y América central en los meses centrales de invierno y primavera. El próximo verano Alaska será la protagonista, donde Silver Nova llevará a cabo innumerables itinerarios por la costa canadiense y americana.
Lo hará con rutas muy especiales a lo largo de los bellos paisajes de Nueva Inglaterra, hasta que se desplace a Tokio para seguir explorando Asia y de nuevo regrese al Mediterráneo, en el verano de 2025. Será entonces cuando los puertos españoles vuelvan a acogerlo.
El barco cuenta con un total de 364 suites con 13 categorías diferentes, todas ellas con veranda sobre el mar y un servicio impecable. Las 544 personas de la tripulación hacen que los 725 huéspedes que pueden viajar a bordo del Silver Nova tengan todo aquello que precisen para hacer del viaje una experiencia inolvidable. Ellos no venden cruceros, como apuntan, venden experiencias completas. Y si lo reservas con mucho tiempo encuentras opciones a las que un buen público puede acceder.
Todo ello, además, con el Gas Natural licuado como combustible y diseñado para ir reduciendo a cero las emisiones en puerto gracias a la conexión eléctrica en tierra. Sin duda un aspecto que adquiere cada vez más importancia a la hora de construir un nuevo barco.
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