El año pasado la pandemia nos obligó a cambiar nuestros planes y empezar a ver nuestro país como destino ideal de vacaciones. Y es que España realmente lo es. Además del típico turismo de sol y playa, tenemos una amplísima oferta de turismo rural, centrado en la flora y fauna del país. Contamos con especies únicas como el lince ibérico, un animal en peligro de extinción que solamente se puede ver en libertad en algunos lugares elegidos de la Península Ibérica; y que se ha convertido en un reclamo turístico dentro y fuera de nuestra fronteras. Y es que ver a este animal campar a sus anchas por la Sierra de Andújar es un lujo con el que ni el hotel más caro del mundo puede competir.
Hace menos de 20 años, ver al lince ibérico en libertad era mucho más que un privilegio. Se trataba de toda una hazaña. Y es que, por desgracia, este animal tan exótico y especial estaba a punto de desaparecer. En el año 2002 tan solo quedaban unos 50 ejemplares de lince ibérico en Andújar, una de las poblaciones más populares para él. Un grave problema derivado de la mixomatosis, una enfermedad que atacó a los conejos de monte, principal alimento de este ejemplar.
Fue entonces cuando la Fundación CBD Hábitat decidió actuar y proteger una de las especies en mayor riesgo de extinción del mundo. El objetivo era evitar que este animal desapareciera, pero también concienciar a la población de la zona sobre la importancia de su protección.
En coordinación con la Junta de Andalucía, CBD Hábitat se centró en recuperar el conejo en el territorio, para más tarde reintroducir hembras de lince que pudieran reproducirse y, sobre todo, favorecer el contacto de diferentes comunidades. El intercambio genético era fundamental, ya que uno de los problemas que presentaba la especie era la endogamia, algo que pudo provocar la extinción del lince ibérico de forma natural.
Tras casi 20 años de trabajo se ha conseguido que en la actualidad haya entre España y Portugal más de 1.000 ejemplares de lince ibérico, de los cuales 216 se encuentran en Sierra Morena. Allí es donde CBD Hábitat continúa con su protección, trabajando mano a mano con los dueños de las fincas en las que habita el lince. Ellos se encargan de controlar a los animales, ayudándoles en su alimentación, favoreciendo su reproducción y, sobre todo, evitando que sean amenazados.
El lince se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de España y en especial de Jaén. Solamente hay que visitar la Sierra de Andújar para comprobarlo. Miles de turistas se agolpan en zonas públicas como el Camino a la Lancha para poder ver con su telescopio a este magnífico animal, incluso llegando a esperar horas o días para verle pasear en libertad.
A pesar de que existen lugares públicos donde ver al lince, estos se encuentran muy alejados. Por ello, CBD Hábitat y El Encinarejo han desarrollado una actividad, tipo safari, para poder ver a estos animales más de cerca. Y es que el lince habita en las fincas de la Sierra de Andújar, por lo que acceder a una de ella es todo un lujo, más aún si puedes alojarte allí y disfrutar de un remanso de paz en mitad de la sierra. El Encinarejo es un espacio privilegiado que ofrece alojamiento de lujo y rutas especiales, con el fin de disfrutar del espectáculo. Todo ello, con la máxima seguridad y descubriendo los métodos y estudios que sigue CBD Hábitat para proteger la especie y preservar la naturaleza.
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