Para los amantes de los bolsos el Capucines de Louis Vuitton es una obra maestra. Un bolso con forma cuadrada, tamaño mediano y con el logo de LV en el frontal, que en los últimos años ha ido ganando terreno como icono de la firma. Quizás por ello, desde la maison se han atrevido a reinterpretarlo, darle la vuelta y cambiar por completo su forma. Un trabajo para el que Frank Gehry se ha presentado como el hombre perfecto, y cuyo resultado marca un antes y un después en la historia del Capucines.
Frank Gehry es uno de los arquitectos más importantes del mundo. Es conocido por su estilo personal, en el que las formas extrañas e imposibles y los materiales poco habituales adquieren todo el protagonismo. Suyo es el edificio del Museo Guggenheim de Bilbao, al que, además, hace un guiño en su colaboración con Louis Vuitton.
Y es que la maison le ha contratado para que rediseñe el Capucines a su gusto y estilo. El resultado han sido ocho Capucines únicos y distintos entre sí, basados en tres principios: arquitectura y forma, exploración de materiales y animales.
En el grupo de arquitectura y forma encontramos tres bolsos inspirados en tres edificios de Frank Gehry: el Museo Guggenheim de Bilbao; el edificio IAC de Nueva York; y la fachada caleidoscópica del Museo de la Cultura Pop de Seattle.
Si conoces los edificios puedes hacerte una idea de cómo son los bolsos. El primero juega con las formas, al estilo de un edificio. El segundo apuesta por una escultura geométrica gráfica en blanco y negro. Mientras que el tercero propone una divertida combinación de transparencia y tonos brillantes.
A estos tres bolsos se suman los dos que componen el grupo de exploración de materiales. El que ha titulado como Mini Puzzle se compone, como su nombre indica, por un puzle de piezas de piel adornadas con un estampado de acuarelas, que se distribuyen a lo largo de todo el bolso.
Mientras que el Mini Blossom rinde homenaje al frasco de cristal de Murano que tienen los perfumes Les Extraits de Louis Vuitton.
Y en el grupo de animales, éstos son los protagonistas. En el Croc, un cocodrilo que encontramos en el asa del bolso; y en el Floating Fish, un pez rojo que atraviesa todo el frontal del bolso. A ellos se le suma un clutch con forma de oso, fabricado en metal, y que refleja la escultura a tamaño real de Frank Gehry de 2014.
Estos bolsos no están disponibles para venta, sino que forman parte de una exposición de Louis Vuitton en el Art Basel Miami. Una pena, pues más de uno seguro soñaba con sumarlos a su armario.
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