¿Hay diferencia entre los tipos de pieles a la hora de fabricar un bolso? La respuesta es sí. Decenas de diferencias. Desde el tiempo que tarda una gota de agua en resbalar por ella un día de lluvia hasta el tipo de mancha -o no- que deja sobre ella, la flexibilidad, la resistencia, el grosor, el tono, la limpieza de la pieza a la hora de comprar al mayorista… Un bolso puede ser una obra de arte y de gran valor como lo es una joya o un cuadro. y si no que se lo digan a Hermès y a sus icónicos Kellys o Birkins bags, con precios base que parten de los 8.000 euros.
Igual que estos, hay bolsos que son una seña de identidad. Que definen a las mujeres u hombres que los lucen pero que sobre todo hablan de su vocación por cuidar y respetar el trabajo de los artesanos de la marroquinería. Como la reina Letizia, que ha escogido uno de sus modelos para la visita a La Granja con las parejas de los mandatarios internacionales con motivo de la Cumbre de la OTAN.
Ubrique es la cuna de la marroquinería en nuestro país. El “Made in Spain” elevado a la enésima potencia de la calidad. Durante años, el pequeño pueblo blanco de la sierra gaditana se ha especializado en curtir pieles, las mejores de ternero y cabritilla, para hacer bolsos a firmas internacionales como Loewe o Chanel.
Sus pequeñas empresas familiares han desarrollado una técnica artesanal en la que la piel es considerada el “oro del pueblo” y como tal, se cuida y se mima. Para recuperar la tradición de los verdaderos orfebres de la piel nace Hedén, una firma que reinventa el trabajo tradicional, cuidado, con cariño junto a un diseño moderno, atractivo y cómodo. Hedén sintetiza las ganas de vivir tras la pandemia pero de otra forma: dando valor al producto y al trabajo que hay detrás de él. Al que habla de talento en el diseño y de las mejores prácticas.
Pagar salarios razonables por el trabajo que hacen los profesionales detrás de la marca forma parte de la esencia de la empresa. Y si los salarios son justos y razonables, consecuentemente el precio del producto es alto. Además, en Hedén insisten en la calidad extraordinaria de su materia prima, la piel.
Esta se trabaja de forma artesanal y con las técnicas de I+D+i más punteras, al tiempo que se respeta su origen y los derechos de los animales. Hedén nace en Andalucía, donde el gusto por la artesanía y el trabajo con materias primas de alta calidad forman parte de las señas identitarias de su cultura. Hedén apuesta por el diseño, por la identidad y por la atemporalidad de unas piezas que en definitiva seducen por su carisma y singularidad.
De hecho son singulares por varios motivos, incluido el año de su nacimiento. “Hedén nace en 2022, el año de la piel, el año en el que volvemos a tocarnos, a sentirnos… Y nace en España, un país rico en creatividad donde la sensualidad está presente en todas sus manifestaciones culturales: danza, pintura, gastronomía, diseño, arquitectura…”, explican sus fundadores.
Y si hablamos de su diseño, son piezas con una fuerte inspiración urbana y un aire cosmopolita, versátil y sensual. Pero sobre todo, Hedén respira calidad y diseño. La temática de sus colecciones, los colores y los herrajes… todo evoca a ese pulso contemporáneo donde el diseño y la calidad confluyen para conseguir bolsos de sello inconfundible.
¿Mis favoritos? El Bucket GM, elegante, cómodo y ¡con capacidad para llevar de todo!; y el Shoulder, rectangular, urbano e igualmente cómodo que en rojo es sencillamente espectacular tanto para el día como para la noche.
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