Nuestro día a día estival está siendo muy diferente a como nos imaginábamos. La incertidumbre de cómo abordar un encuentro con amigos y familiares o cómo gestionar el miedo a saber que no existe el riesgo cero a ser contagiado nos está volviendo un poco locos. También a nivel estético nuestros hábitos han cambiado de un plumazo. Incluso se han visto modificadas las rutinas beauty. Es comprensible que ya no nos maquillemos como antes. Hemos cambiado el uso habitual del pintalabios por el lápiz de ojos y la máscara de pestañas.
Con el uso generalizado de la mascarilla hemos comprobado que llevar gafas de sol puede ser un engorro. No hay quien soporte el incesante vaho en los cristales. Hasta el periódico The New York Times dio espacio en sus páginas a esta nueva realidad tan poco nítida.
Por supuesto, no faltan tutoriales y trucos varios de la abuela para evitar que el aire salga hacia arriba, que es lo que provoca que se empañen las gafas. Pero si quieres ahorrarte el visionado de esos vídeos que están en Internet y, lo más importante, que no te moleste el sol, utiliza sombrero. No necesitarás utilizar gafas de sol si eliges el modelo adecuado a la fisionomía de tu cabeza y a tus necesidades. Las orejas te lo agradecerán.
Hasta hace unos años, las personas de escasa estatura (menos de 160 cm) se quedaban con las ganas de utilizar sombreros de ala ancha. Se les recomendaba que no lo hiciesen porque no ayudaba a alargar la figura. No obstante, en la actualizad esas leyes del buen vestir y que dictaminan lo que es favorecedor o no pierden fuelle ante los códigos personales que se impone uno mismo en pro de la felicidad.
Así que nos quedamos con el consejo de buscar una buena pieza, que encaje bien en la cabeza y por tanto no nos moleste al lucirlo. Solo así se convertirá en un aliado perfecto contra el sol pero compatible con la (necesaria) mascarilla. Sin duda, has de acudir a un establecimiento con experiencia y donde te den un buen asesoramiento y te midan el contorno de la cabeza si es preciso.
Ahora con la nueva realidad del Covid-19 en establecimientos como El Corte Inglés te dan una funda de tela de usar y tirar para poner en la cabeza. Así te puedes probar cuantos quieras sin ningún tipo de riesgo ni contacto con el pelo. Además todos los sombreros que toques se limpian posteriormente. Si recorres las plantas de moda y de complementos encontrarás un amplio surtido de modelos, precios y acabados.
Cuando te pruebes sombreros te darás cuenta de que el que te quedaba bien con el pelo suelto no te favorece igual si lo llevas recogido. Y es que todo influye. Según la firma sevillana Fernández y Roche, con experiencia en el sector desde 1885, si luces melena larga te favorecerán los modelos fedora, capelina y bombín.
Si llevas el cabello al hombro puedes lucir cualquier sombrero de ala ancha o corta tipo canotier. Si tu cabello es rizado una opción ganadora es el de tipo casquete. Y si optas por el corte Bob te encajarán los patrones de cloché, pamela, bretón, sombrero de ala enrollada o capelina.
No solo es tendencia en los meses fríos, también en verano. La boina cada vez tiene más seguidores jóvenes gracias a que numerosas firmas de moda la han convertido en un accesorio deseado. Con calor no dudes en apostar por las que están realizadas en lino y en colores claros. David Beckham es adicto a este complemento que luce todo el año. También utiliza la gorra tipo visera. Durante años era territorio de las marcas de deporte pero ya no hay firma de moda que no haya lanzado su propio modelo.
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