Detrás de Ulaland está Usua Landa, una mujer emprendedora que nació el día de la patrona de los sombreros, Santa Catalina, y que ha descubierto en un encuentro casual su forma de vida. Queremos saber más de esta marca ‘made in Spain’ que está triunfando en Suiza.
Además de en Suiza, donde se encuentra su ‘atelier’, la marca también colabora con talleres artesanales especializados en sombrerería tanto de Ecuador como de España. De esta particular combinación geográfica surgen diseños únicos que buscan responder a la exigencias de una clientela que busca diferenciarse a través de la moda. “Esto se consigue en Ulaland a través de coloridos forros y una serie de cintas intercambiables que ayudan a personalizar nuestros diseños”, nos cuenta a The Luxonomist.
¿Hay sombreros de verano? Claro. Los más. Y es que para este verano, la firma propone sombreros artesanales de paja toquilla realizados a mano por mujeres campesinas en Ecuador. Piezas estivales en edición limitada para que todo el mundo pueda exteriorizar su personalidad.
Junto a los sombreros que diseña, el gran éxito de la Ulaland está en las cintas intercambiables para personalizar los sombreros. Una forma ideal que permite utilizarlos de forma atemporal, promoviendo el consumo sostenible y evitando acumular tanto en casa. Un sombrero y varias cintas valen para distintos eventos, temporadas de primavera o verano, eventos especiales, colores tendencia…
El origen de Ulaland
Nace de mi pasión por la sombrerería y el interés por el emprendimiento. Siempre me han encantado los sombreros y las boinas, me parecen un complemento perfecto para dar personalidad a tu estilo y tu forma de ver la vida”, nos explica Usua.
De hecho, reconoce que desde bien pequeña le ha gustado llevar sombreros, pero nunca pensé dedicarse a ello… hasta hace diez años. “Buscando un tocado para mi boda encontré una página web que sólo vendía material de sombrerería y me fascinó. Desde entonces, no he dejado de aprender técnicas nuevas y descubrir nuevos materiales”.
Así, hace unos meses decidió dar un paso más y crear lo que hoy es Ulaland: “Realmente una marca que me representa. Tiene unos valores muy claros y sobre todo lleva por bandera la alegría y el derecho de ponernos lo que nos da la gana, sin perjuicios”. La firma nació oficialmente el 25 de noviembre del año pasado, día de su cumpleaños, y por cosas del destino, el día de Santa Catalina, patrona de modistas y sombrereros.
TL:¿Cómo vive una marca made in Spain desde Suiza?
Ulaland: En Suiza el ‘made in Spain’ siempre ha estado muy bien considerado. Por una parte hay una gran comunidad española. Y por otro lado, al no haber una gran industria textil, la clientela busca cada vez más diferenciarse de la ‘french fashion’ tan estandarizada aquí, sobre todo en la parte francesa donde yo vivo. La moda española está considerada como excelente relación calidad-precio y ese es el feedback que estoy recibiendo con mi primera colección.
TL: ¿Quién te gustaría que llevara tus diseños?
Ulaland: Me encantaría ver a Lady Gaga con uno de mis sombreros. Me fascina su forma camaleónica de utilizar la moda. Es capaz de llevar ese vestido hecho de carne tan icónico o llevar unos zapatos imposibles, pero puede sorprender igualmente siendo la más elegante en una alfombra roja como la de Cannes o los Oscar. De todas formas, una de las cosas que tuve clara desde el inicio de esta aventura es que quería crear una marca muy inclusiva, donde cualquier persona pueda encontrar un modelo con el que se identifique, sin importar su edad, su sexo o la talla. Mi mayor alegría es cruzarme por la calle con personas como yo, personas muy “normales” que llevan mis sombreros.
TL: ¿Cómo se está potenciando la artesanía?
Ulaland: El consumidor suizo aprecia mucho lo artesano y da mucha importancia a la calidad y a los materiales. Desde hace unos años se está potenciando mucho la artesanía y sobre todo lo que llaman Metiers d’Art (carreras artísticas); trabajos artesanos que antaño eran muy importantes en el país como ebanistas, chocolateros y sobre todo relojeros.
Los jóvenes de hoy en día tienen muchas opciones para formarse en trabajos más manuales. Aquí no todo el mundo va a la universidad para ser ingeniero o abogado, y es algo que está muy aceptado en la sociedad. Es cierto que el COVID-19 también ha potenciado mucho el comercio local y los consumidores aceptan más fácilmente pagar un precio superior sabiendo cómo y dónde se ha fabricado el artículo que compran. Así que en general, yo diría que ¡la artesanía está de moda!
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