Vestirse para una boda no es algo que debamos tomar a la ligera. No olvidemos nunca que debemos guardar el máximo respeto a los contrayentes. Ir mal vestido no es una falta de respeto a nosotros mismos, es una desconsideración a los novios el día más importante de sus vidas. Probablemente sea un día que no olvidarán nunca y es mejor que nos recuerden por la elegancia de nuestro outfit que por lo inapropiado de nuestra vestimenta. Dicha esta importante premisa, primero debemos mirar la invitación por si los novios sugieren un dress code.
Tendremos en cuenta si la boda es de mediodía o noche. Si es de mediodía puedes optar por gris o azul, siempre con camisa blanca o celeste y a ser posible de puño francés, es decir, puño que se abrocha con gemelos. Hemos repetido en muchas ocasiones que estos dos colores de camisa no tienen horario. Los gemelos no serán en ningún caso de goma. Puedes optar por dar una nota de alegría con una corbata alegre y colorida. Una buena opción de calzado son unos monkstrap marrones y cinturón del mismo color.
Si por el contrario, la boda es de noche la opción sería traje gris marengo o marino. La camisa no cambia; blanca y la corbata seria oscura. Los zapatos esta vez deben ser negros y de cordones, por ejemplo, un Oxford o blucher. El traje negro lo dejaremos para funerales o cenas de gala, hecho poco habitual últimamente. Después de estos consejos, decir que los pequeños detalles te darán un plus de elegancia. Toma nota:
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