Chanel traslada el tejido de tweed a la Alta Joyería
Chanel ha presentado su última colección de Alta Joyería en la que imita su icónico tejido de tweed en gargantillas, anillos y pulseras.
La RAE define el tweed como “tejido escocés de lana, con mezcla de hilos de colores, que se usa para hacer ropa cómoda e informal”. Sin embargo, si saliésemos a la calle a preguntar por esta palara, más de uno y de dos, metería en su definición a Chanel. Y es que este es, sin lugar a dudas, uno de los emblemas de la firma de moda.
Sus trajes y chaquetas de tweed le dieron fama mundial en el siglo pasado y a día de hoy no hay colección que no lo lleve en alguna de sus prendas. Ahora el tweed da el salto de la ropa a la Alta Joyería de Chanel, con una colección muy especial.
La colección Alta Joyería Tweed de Chanel
La historia de Chanel y el tweed se remonta a 1920, cuando Gabrielle Chanel mantuvo un romance con el duque de Westminster. La diseñadora pasó largas temporadas en Escocia, donde se enamoró de los tejidos de lana que realizaba la gente de allí con diferentes patrones. A su vuelta a París tomó prestadas las chaquetas de tweed del duque para realizar sus propias creaciones y pasar, sin saberlo, a la historia de la moda.
En esta romántica historia se basó la colección de Alta Joyería que la firma lanzó hace tres años y que ahora Patrice Leguéreau, director creativo de la joyería de Chanel, ha retomado. El resultado es un extensa colección de 63 piezas que recrean el tejido de tweed a partir de diferentes piedras preciosas que se engastan como si fueran hilos.
Esta espectacular colección Tweed de Chanel se presentó la semana pasada en el British Museum de Londres ante la atenta mirada de celebrities como Keira Knightley o Kylie Minogue, que fue la sorpresa de la noche, con un pequeño e íntimo concierto.
Imita el tweed con piedras preciosas
Las gargantillas, pulseras y anillos de tweed se expusieron en las diferentes salas del museo, como si se tratase de auténticas obras de arte. Una espectacular y brillante exposición que tenía como fondo el salvaje paisaje escocés que tanto inspiró a Gabrielle Chanel para desarrollar sus colecciones.
En las piezas podemos encontrarnos diamantes, amatistas o rubíes entrelazados, creando ese dibujo tan característico del tweed. Pero también collares con cadenas doradas y piezas decoradas con diamantes, perlas y esmeraldas. Un despliegue de piedras preciosas que muestran a través de su brillo el ADN de Chanel.