El desfile de Schiaparelli en la Semana de la Alta Costura de París nunca defrauda. Un año más, las propuestas extravagantes y rompedoras han sido las protagonistas de un desfile en el que Daniel Rosberry ha mirado al pasado de la firma para traer las propuestas del futuro. Un diálogo en el tiempo que se salda con vestidos creados a partir de microchips, volúmenes imposibles, diseños joya y con la inspiración cowboy como nueva tendencia.
Como si volviéramos al famoso efecto 2000 con el que inauguramos el siglo XXI. Así presentaba Daniel Rosberry el desfile primavera/verano 2024 de Schiaparelli. Y es que dos de sus propuestas más llamativas hacen un guiño a esas tecnologías que llegaron entonces para cambiar nuestra vida.
Hablamos de un vestido de manga larga, corto por encima de la rodilla y hombreras marcadas, que ha sido confeccionado a partir de bordados con joyas de cristal de Swarovski y chips electrónicos en plata y verde. Un vestido en el que podemos encontrarnos desde un cristal, a una calculadora, un teléfono móvil de los 2000, o ventiladores de ordenador. Todas estas piezas crean el vestido.
Pero estos chips no solo se han utilizado para confeccionar prendas, también complementos como el niño que lleva en sus brazos la famosa modelo Hana Soukupová. Este total look en blanco, titulado como The Mother, se compone de una camiseta de tirantes de punto y pantalones con los bolsillos del revés, en el que destaca el bebé de cristales y microchips que lleva cogido en brazos.
Sin embargo, no todas las propuestas se han centrado en esta estética de los 2000. También ha habido espacio para los diseños joya más clásicos. Destaca un vestido transparente nude bordado con cristales de Swarovski, que únicamente cuenta con una especie de pañuelo negro atado al cuello que permite tapar la desnudez del cuerpo.
También destaca un diseño titulado Creature que va desde la cabeza hasta los pies. Un vestido confeccionado a partir de bordados de pétalos en 3D, que crean un efecto piel de escama, con una apertura en el pecho simulando una cerradura, y que se completa con un pasamontañas que tapa la cara y adornado con pestañas postizas.
En ese diálogo con el pasado Daniel Rosberry ha querido rendir homenaje a los orígenes texanos de Elsa Schiaparelli. Lo ha hecho a partir de tejidos como el denim, prendas como las toreras y botas cowboy, y detalles como bordados o flecos.
Esto lo encontramos, por ejemplo, en este conjunto blanco con hombros redondos muy marcados, y decorado con bordados de trenzas de caballo en 3D, que parten de las prendas como pinchos de un cactus. Pero también en vestidos, como este espectacular diseño de terciopelo negro, que destaca por el voluminoso escote en forma de V del que parten miles de flecos.
Aunque uno de los diseños que más respiran esa estética cowboy ha sido el conjunto creado a partir de cinturones. Un look de chaqueta, corsé y pantalón de color negro que presenta miles de hebillas plateadas.
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