Hollywood busca su época dorada

El séptimo arte ha sido el protagonista de la semana con la 87 edición de los premios de la Academia de Cine estadounidense. Pero no solo el celuloide ha vivido momentos inolvidables estos días, las casas de moda más prestigiosas están de enhorabuena porque sus diseños han dado la vuelta al mundo gracias a los suculentos contratos que muchas de ellas tienen con las invitadas a la gala.

Gywneth Paltrow, por ejemplo, se embolsó medio millón de dólares por lucir un Vuitton en 2011. La alfombra roja del teatro Dolby es el mejor escaparate para las creaciones de alta costura, la noche del cine por excelencia se ha convertido en el evento con mayor proyección mediática del planeta, por encima de la Super Bowl. Auténticas obras de arte dignas de un acontecimiento como los Oscar han desfilado por la alfombra roja como el vestido de Chanel que lució una de las triunfadoras de la noche, Julianne Moore. Veintisiete personas han trabajado en él durante 900 horas para coser 90.000 lentejuelas, trasladándonos a la esencia más pura de un atelier de Alta Costura o el vestido de Lupita Nyong’o de Calvin Klein, bordado con 6.000 perlas.

De nuevo, Armani Couture, Elie Saab, Christian Dior, Versace, Tom Ford… los grandes de la moda no quieren perder la oportunidad de vestir a las divas de Hollywood. Sin embargo, este año, la red carpet pasará a la historia como una de las más aburridas y poco atrevidas de los últimos años. ¿Beneficia esto a las firmas? Los expertos critican la falta de riesgo en las casas, a pesar de los diseños exclusivos como el realizado por Karl Lagerfeld para la ocasión. ¿Dónde han quedado esas creaciones haute couture propias de Hollywood? ¿Se ha convertido Cannes en la alfombra roja más cotizada?

Por el momento, si hablamos de cifras, es difícil destronar el vestido de Dior haute couture que Jennifer Lawrence llevó en 2013, el año que se alzó con la estatuilla, valorado en cuatro millones de dólares. Una pieza con más publicidad de la esperada debido al tropiezo de la actriz en las escaleras cuando se dirigía a recoger el galardón.