Las princesas están demodé

Esta semana hemos viajado a Barcelona para conocer las últimas tendencias en moda nupcial. Pero más allá de las diferentes colecciones presentadas por los diseñadores, nos detenemos en el particular mundo de la novia, en los preparativos para estar perfecta en su día. El vestido es el gran protagonista y el responsable de generar parte de su estrés para la gran cita, ya que son muchas las alternativas que se le presentan para elegir: comprar en una conocida firma o dejarnos llevar por la imaginación de un diseñador.

Cada vez hay más opciones que no resultan impensables en términos económicos para llevar un vestido personal. Acudir a un atelier, como el de Isabel Núñez, empieza a ser tendencia, porque nos gusta sentirnos únicas y aquí se puede conseguir. Nadie, solo tú llevará ese vestido. Una vez elegido el más adecuado, espectacular o apetecible, la novia debe dedicar un tiempo para ella misma, como cuidar su piel para que radie luz en su boda.

Nos cuentan expertos como Carmen Montalbán, que dirige el centro de estética que lleva su nombre en Madrid, que la piel debe estar preparada para que el maquillaje quede perfecto. Estos meses son de gran trabajo para la profesional porque es temporada alta y las novias acuden a verla con problemas como dermatitis, falta de luminosidad o agotamiento, producidos por el mismo estrés de la boda. Son diversos los tratamientos que Carmen realiza para cuidar y preparar la piel.

Una vez hemos tratado nuestro cutis y nuestro cuerpo, pensamos en el pelo y el maquillaje. Profesionales de L’Oréal Profesisonnell, como su director de educación, Luis García, o Maite Tuset, senior artist deM·A·C(firmas presentes en la Barcelona Bridal Fashion Week), nos hablan sobre la tendencia que impera cada vez con más fuerza en ese día: la naturalidad.Según comentan, es «una moda que ha llegado para quedarse», lo que no quiere decir que haya falta de trabajo en la piel y el cabello, todo lo contrario, el maquillaje y el pelo estarán muy cuidados sin dar esa sensación.

Melenas al viento, trenzas, recogidos muy naturales… La novia busca estar guapa sin sentirse disfrazada porque, nos cuentan los profesionales, «la sociedad ha cambiado, la edad para contraer matrimonio es cada vez más alta y ser princesa es algo de cuentos». Esa búsqueda de lo natural se traslada a otros aspectos nupciales, como el catering de firmas como Isabel Maestre, la decoración floral y el resto de detalles imprescindibles para disfrutar de un evento sencillo, elegante, sin excesos pero cargado de buen gusto.