En la era del fast fashion es siempre una buena noticia encontrar marcas de moda con conciencia que reivindiquen un consumo «con cabeza». Si además son firmas españolas y dirigidas por gente joven la satisfacción es aún mayor, sabiendo que el éxito «queda en casa» y tiene aún muchísimo recorrido. Es lo que sucede con Yuxus, una marca de ropa urbana que en solo seis años ha revolucionado la forma de vestir y comprar de muchísimos jóvenes. Sus creadores no solo quieren vender ropa, sino que sus clientes se identifiquen con su marca y creen una auténtica comunidad.
«Yuxus viene de You choose – tú eliges-, porque en un primer momento hacíamos pedidos personalizados para cada cliente. Y eso es precisamente lo que queremos que la gente haga con nuestras prendas. Que nos elijan porque se identifiquen con nuestra marca, con nuestra filosofía y se sientan cómodos con nuestras prendas». Así resume Fernando Carrillo, uno de sus tres socios, la identidad de la firma.
En 2018, con solo 16 años y tras conocerse «por casualidad», los tres unieron esfuerzos para dar forma a la idea de crear una marca de ropa diferente. Ahora, y como «plan B» estudian el grado LEIN (Liderazgo Emprendimiento e Innovación) y el doble de Derecho y ADE (Administración y Dirección de Empresas) mientras siguen avanzando en su verdadera pasión.
«Empezamos con una inversión de mil euros. Hicimos una primera tanda de 200 camisetas que vendimos a amigos, luego a amigos de amigos… hasta que una página web nos hizo dar el salto», explica. Fue entonces cuando cambiaron las entregas en mano por las furgonetas de reparto y decidieron seguir con un proyecto que empezó a funcionar de la forma más intangible y orgánica posible. Es decir, sin estudio de mercado ni inversores, pero con un trabajo previo muy meditado y centrado en la promoción.
«Las camisetas con las que empezamos eran mediocres y su diseño no era nada fuera de lo común. Pero pusimos mucho empeño en hacerles buenas fotos, en publicitarlas bien en redes, en enviárselas a influencers… y el esfuerzo funcionó, porque nos hicimos conocidos».
Algo sin duda determinante para sembrar las bases de lo que luego sería Yuxus, una marca muy seria con una identidad propia, que bebe de la influencia internacional y huye de las modas pasajeras.
De hecho Fernando nos cuenta que forma parte de su filosofía sacrificar ventas para huir del fast fashion: «Hacemos ropa de máxima calidad con un diseño atemporal para que quienes la lleven no se cansen y que les va a durar todo el tiempo que quieran».
Así, apuestan por patrones unisex, colores neutros y una estética joven y desenfadada con la que sin embargo todo el mundo puede sentirse bien. El grueso de su negocio son las camisetas y las sudaderas, aunque también venden pantalones, abrigos y accesorios pensados para que, quien quiera, pueda vestir de Yuxus de pies a cabeza.
Hablamos en cualquier caso de ropa urbana con la que quieren que sus clientes se sientan sofisticados y elegantes. «No hacemos sudaderas para estar en casa o para hacer deporte. Queremos que quienes las lleven las consideren especiales dentro de su armario». En este sentido apuestan por el confort y sobre todo por la calidad, ya que sus sudaderas tienen aproximadamente el doble de gramaje de algodón que otras. Algo que les confiere consistencia y calidez.
Y por supuesto, como marcan los cánones de una firma actual y con conciencia, también son sostenibles, aunque no les gusta presumir de ello. Producen más del 90% de su portfolio en Portugal siguiendo todos los estándares europeos de calidad y todo su proceso de producción, «desde la composición del algodón hasta la confección y el tintado tiene una trazabilidad total».
Con todo, en solo seis años, estos tres emprendedores han logrado consolidar su firma de ropa y dar empleo a un equipo de 28 personas. A su tienda online que envía prendas a Estados Unidos, Reino Unido y por supuesto a toda España se han unido recientemente varios puntos de venta físicos.
Tienen un córner recién estrenado en El Corte Inglés de Castellana, una tienda desde septiembre en la calle Fuencarral y otro corner en Zaragoza. A estos se sumará este verano otra tienda en Valencia y posiblemente un poco más adelante «otra en Sevilla y otro corner más en otra ciudad».
Su objetivo es aumentar sus ventas internacionales en un 20% y alcanzar a final de año una cifra de facturación superior a los 10 millones de euros. Desde luego intención, trabajo y seriedad no les falta a estos chicos que evitan salir en fotografías de prensa «para que toda la atención recaiga en la marca, no en nosotros».
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