6 errores que comenten las personas con piel atópica que pueden tener consecuencias
Las personas con piel atópica suelen relajar las medidas de salud que evitan los brotes.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel para la que todavía no existe cura. Aunque es una dolencia menor, conviene sin embargo no bajar la guardia. Quienes la padecen conocen la teoría al dedillo. Por ello tratan de no ducharse con agua muy caliente, mantener la piel siempre muy hidratada, secar la piel a toques o vestirse con prendas de algodón. Todos son consejos bastante extendidos, pero la realidad es que, en la práctica suelen relajarse, lo que hace más complicado controlar un brote.
La farmacéutica Paloma Sastrón ha elaborado una guía definitiva para tratar la dermatitis atópica en las farmacias. Un trabajo difundido junto con Kaalm Organics. Esta firma posee un producto orgánico eficaz contra la dermatitis llamado Little Miracles. Según esta sencilla guía, los errores más comunes de las personas que padecen dermatitis atópica son:
Hay errores evitables cuando se tiene piel atópica
- Sólo tratar la piel cuando está en pleno brote. Este es el error de los errores. El objetivo es cuidar a diario la piel, para fortalecer la barrera cutánea y disminuir la frecuencia de los brotes. Si tratamos solo la piel cuando tiene un brote, tardaremos más en repararla y recuperarla.
- Utilizar cualquier crema corporal y no utilizar una específica. Los productos para la piel atópica, tanto geles de baño, como cremas deben contener activos reparadores, hidratantes y emolientes. No deben contener perfumes o fragancias ya que podrían irritar una piel que ya está previamente sensibilizada.
- No usar productos de higiene corporal adecuados. Los geles de baño habituales pueden irritar y secar la piel atópica ya que suelen tener alta potencia detergente. Si limpiamos la piel con el limpiador que no debemos, la piel ya estará alterada cuando apliquemos la crema y será más difícil que el tratamiento funcione.
Hay que cuidar la piel todos los días
- Aplicar productos hidratantes y emolientes solo en las zonas del brote. Se deberá aplicar en toda la superficie de la piel. Hoy puede ser en el brazo, pero mañana puede aparecer el brote en las piernas.
- No hidratar lo suficiente. Una piel deshidratada y no tratada puede desencadenar en trastornos del sueño, sobre todo en la edad infantil, lo que se traduce en cansancio y disminución del rendimiento.
- Alargar el tratamiento con corticoides más de lo pautado por el médico.
«Debido a la alteración de la piel y por causas aún desconocidas, es importante tratarla y cuidarla todos los días, y no solo durante el brote; debe hacerse con cosméticos adecuados que ayuden a disminuir el picor, la inflamación y la sequedad», asegura Paloma Sastrón.