El Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) alerta de un dato demoledor sobre la población española. El 22% de los españoles adultos son oficialmente obesos. Un dato que nos debería hacer saltar las alarmas y pensar que buscar el peso ideal no es solo una cuestión física sino de salud.
España es actualmente uno de los países con más tasa de obesidad y diabetes tipo 2 de Europa. Es decir, hay más obesos de los que llegamos a contar a nuestro alrededor, porque muchas personas no saben que ya están allí y, sobre todo, que pueden solucionarlo.
Si en verano y vacaciones todos engordamos por la relajación, comer más, disfrutar de los buffets, no tener dobles turnos, las siestas, la vida tranquila… no hay más que ver cómo chiringuitos y restaurantes están llenos por todas partes. Y cada vez por la calle vemos personas más obesas. No es una cuestión estética, es de salud.
Un problema que también se lleva a la movilidad, porque desde hace pocos años es común ver cómo personas con obesidad utilizan cada vez más sillas eléctricas en los paseos marítimos, hoteles, centros comerciales.
Los expertos dicen que no es el verano. Que ya veníamos de una situación delicada en cuanto a este problema, no sólo a la larga, sino en el presente. Se están multiplicando los casos de diabetes tipo 2, de infertilidad, enfermedades coronarias e hipertensión en hospitales y clínicas…
Y aún hay muchas personas que ven la posibilidad de ser obesos como algo muy lejano. A la mitad del verano más esperado en muchos años se dicen “ya volveré a cuidarme en otoño” y continúan con excesos típicos de la temporada.
Sin embargo, al terminar el verano podrían haber alcanzado la temida línea de la obesidad sin sospecharlo, según advierte el doctor David Molina, cirujano fundador de la clínica Obesis.
Molina es cirujano diplomado por la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) y experto en obesidad. Él aclara que esta no es una opinión estética (como algunas personas aún estiman) sino que es una “enfermedad crónica, multifactorial y epidémica” que disminuye la expectativa de vida de quienes la sufren y además aumenta posibilidad de sufrir algunos tipos de cáncer.
Nos cuenta para The Luxonomist cómo medir el Índice de Masa Corporal (IMC) con una fórmula sencilla (el peso en kilogramos entre el cuadrado de la talla expresada en metros) o ingresando los mismos datos de talla y peso en esta calculadora para tener el resultado inmediatamente.
Si tienes un IMC entre 25 y 30 kg/m2 tienes un sobrepeso que vigilar, pero si el resultado de la calculadora arroja que tienes un IMC superior a 30 kg/m2 entonces estás ya en una condición de obesidad que deberías atender de inmediato y no esperar hasta que sea más difícil controlar.
David Molina: Ambas son igual de importantes. Las medidas de la cintura y el peso son claves para evaluar un paciente con sobrepeso u obesidad. Un dato importante para revisar si te estás descuidando demasiado es que, al medir el abdomen con una cinta métrica, si eres varón y tienes una circunferencia mayor de 102 cms o eres mujer y tienes más de 88 cms, tienen muchas más posibilidades de estar en riesgo de obesidad y de sufrir esas enfermedades asociadas.
DM: Es una combinación de varios cambios de rutina. Por ejemplo, el típico día de playa, agradable y relajante, si no lo combinamos con alguna actividad física hace que aumentemos el sedentarismo. En ese mismo día en que nos hemos movido poco, podemos considerar comer en algún restaurante o chiringuito de playa y aventurarnos en comidas hipercalóricas o fritos variados.
Ya van dos factores que, en el mismo día, han disparado el aumento de peso y talla. Y si a eso le sumamos que en la noche visitaremos bares de copas, restaurantes o discotecas, y consumiremos aún más bebidas alcohólicas, pues ya tenemos la fórmula completa para subir en pocos días muchos más kilos que los calculados. Una persona puede llegar a subir 5, 7 y 8 kilos en el verano y, sin haberlo sospechado, entrar en el peligroso rango de obesidad que creía tan lejos de su caso.
DM: Lo importante es que lo hagan de la mano de profesionales y especialistas porque no todas las soluciones funcionan para todas las personas. Hay muchos procedimientos que son muy buenos para bajar de peso en un tiempo razonablemente corto, pero lo mejor es revisar que estén avalados y aceptados por sociedades científicas.
Por ejemplo para personas que tienen obesidad grado III, lo más recomendable es realizarse una cirugía bariátrica porque es lo más efectivo y así se expone durante menos tiempo a riesgos de enfermedades peores.
Sin embargo, en pacientes con un Índice de Masa Corporal entre 29, 30 o 31, quizás producto de malos hábitos junto con los excesos del verano, pueden detener este problema a tiempo con dispositivos como los balones gástricos o procedimientos por endoscopia como la endomanga o el método Apollo. No se necesita tanto tiempo para lograr el objetivo, pero sí atender el problema cuanto antes.
DM: Esto depende de muchos factores. Hay personas que por alguna circunstancia, como puede ser la enfermedad o muerte de algún familiar, separación de parejas, problemas laborales o una vida con mucho estrés, terminan consolándose con la ingesta de comidas hipercalóricas. Esto es un trastorno psicológico que va empeorando progresivamente en el tiempo y cada vez es más difícil cambiar este tipo de hábito ya que, en general, son personas que llevan haciendo esto durante muchos años.
Esto trae limitaciones físicas (más difícil subir las escaleras, más cansancio al andar) y trastornos en el autoestima que hacen que la persona se haga cada vez más sedentaria, con lo cual, se va aumentando cada vez más el IMC. Cuando la persona se da cuenta de que tiene un problema muy serio intenta ponerse a dieta, hacer ejercicio y trata de cambiar los malos hábitos que ha podido estar haciendo en los últimos años.
Eso es exactamente lo que debe hacer, el problema es que es una tarea difícil de lograr, es muy fácil fracasar o recaer, y es mejor la ayuda de especialistas para que pueda alcanzar el peso ideal de forma saludable.
DM: Por supuesto que sí, es lo que logramos todos los días los distintos especialistas que trabajamos en equipo para esto: cirujanos, endocrinólogos, nutricionistas, endoscopistas, psicólogos y entrenadores.
Y digo que se necesita un buen equipo porque las personas con obesidad llevan conviviendo con este problema desde hace muchos años (a veces sin saberlo), o incluso desde su infancia, y por lo tanto ya es parte de su identidad. Les cuesta imaginarse a sí mismos fuera de la obesidad y el sobrepeso.
Por eso cuando en consulta les explicamos que buscaremos llegar o acercarnos lo más posible al peso ideal en que deberían estar por su talla y contextura, hay pacientes que responden que nunca han estado en ese peso y que no les gustaría llegar a estar en un peso tan bajo. Pero buscar el peso ideal no se trata de un asunto de belleza o cualquier otra motivación superficial, sino de una alerta grave de salud física y mental.
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