La educación es uno de los temas más frecuentemente reflejados en el cine. ¿Cuántas veces habremos paseado por diferentes aulas, recorriendo escenarios escolares y académicos a través del séptimo arte? ¿Cómo sino conoceríamos el perfil típico del teenager americano y su afán por hacerse popular? El papel del cine para transmitir contenidos y moralinas es incuestionable. Su valor principal es que sus mensajes calan hondo y se asimilan en gran medida de forma inconsciente.
Algunas películas tienen la facultad de cambiar nuestras vidas porque nos hacen despertar de algún tipo de letargo y nos aportan ese mensaje que nos hace cambiar la idea que antes teníamos o reflexionar sobre otras posibilidades, empatizando con sentimientos vividos por sus protagonistas, que podríamos ser nosotros mismos.
El cine puede ser una excelente arma pedagógica para llegar al niño o adolescente y tocar su fibra sensible. Además, es una oportunidad para llevar a cabo junto a él una actividad fácil, entretenida y vinculada al ocio, y no al contexto escolar. Por esta razón, el material audiovisual es muy recomendable en educación. Su variedad de temas, por otra parte, es tan rico que abarca todas las tipologías imaginables susceptibles de tratarse con fines didácticos.
Elegir la película en función de los objetivos
Las películas con un fin terapéutico o simplemente educativo se elegirán en función de la temática que queramos tratar, la cual variará en función de la edad del niño. Algunas películas son muy buenas para la rebelión adolescente, otras para fomentar la cohesión grupal, luchar contra estereotipos o representar roles familiares.
Son muchos los criterios que puede tener una película para considerarse educativa, según explica Jorge Eduardo Noro, profesor de filosofía y pedagogía en la Universidad Tecnológica de Buenos Aires. El docente cuenta con numerosos libros y un excelente programa de cine pedagógico, realizado de una forma muy técnica para contemplar todas las temáticas y la forma en que se pueden utilizar con fines didácticos.
Como experto, sugiere 10 características que debe presentar una buena película educativa, advirtiendo, eso sí, de que no se podrá exigir la presencia de todas en una misma producción.
Las mejores películas sobre educación
Una encuesta realizada por la Universidad de la Rioja (UNIR) a 180 personas, en su gran mayoría profesores, reveló 5 películas como favoritas de los docentes. En el sondeo se valoraron un total de 89 películas, pero estas fueron las preferidas por los maestros: ‘El Club de los Poetas Muertos’, ‘La ola’, ‘La clase’, ‘Profesor Holland’ y ‘Los chicos del coro’. Dando un repaso por historia del cine a partir de estos títulos, llegamos a 11 películas imprescindibles que uno no debe perderse sobre educación.
‘El Club de los Poetas Muertos’. No necesita presentación. Producida a finales de los años 80, es de las pioneras en tocar el tema de la educación y cuestionar las fórmulas tradicionales y vinculadas a la alta sociedad americana. Se ensalza la figura del maestro que difiere y se aleja de los métodos más ortodoxos para acercarse a sus alumnos y sacar lo mejor de ellos, enseñándolos a ejercitar el pensamiento crítico.
Su alternativa clásica podría ser ‘Rebelión en las Aulas’, película británica de los años 60, en la que por primera vez se le da al maestro ‘rebelde’ un completo protagonismo, y en la que también se tocan otros temas como el racismo.
Otra profesora rebelde, más moderna y, sobre todo, mucho más guapa, es Michelle Pfeiffer, en ‘Mentes Peligrosas’. En esta película del 95, la actriz lucha contra los métodos tradicionales cuando se hace cargo de un grupo de chicos con problemas sociales cercanos a la delincuencia y a la discriminación social.
‘La ola‘. Una película alemana del año 2008 que puede considerarse de gran interés sobre psicología social, en la medida que trata el tema de la dinámica grupal y el modo en que funciona el lavado de cerebros, la presión social y la reestructuración cognitiva necesaria para adscribirse a grupos radicales con fines violentos. Basada en un experimento realizado por un profesor en California, advierte de la vulnerabilidad adolescente para captar mensajes radicales a cambio de la sensación de pertenencia a un grupo.
Otro film mucho más nuevo y que también toca la temática nazi y la acción grupal, aunque esta vez desde el punto de vista del holocausto judío es ‘La profesora de Historia’. Esta película francesa del año 2014 ahonda en la importancia de transmitir seguridad y confianza a cada alumno como individuo.
‘La clase‘. La cinta es una adaptación de la novela de carácter autobiográfico de François Bégaudeau ‘Entre les mures’. Pretende reflejar el esfuerzo de algunos educadores en contextos en los que la motivación y la ayuda brillan por su ausencia. Los suburbios de París son un buen escenario para ejemplificar los problemas a los que debe enfrentarse el protagonista para no rendirse en su vocación docente.
‘Profesor Holland ‘. Un film del año 96 y que no sólo habla de educación, sino también de voluntad y lucha, con el hilo conductor de la música, materia artística que necesita algo más que educación para poder brillar. La película contempla la evolución personal de Holland, un músico que llega a la docencia por casualidad y descubre una nueva vocación que le llevará a brillar como compositor.
Otro profesor magistral es Adrien Brody en la película de 2012 ‘El profesor’, en la que se habla de las conexiones que se pueden establecer entre alumno y maestro. No se trata sólo de conectar, sino de establecer lazos afectivos, que muchas veces el propio alumno necesita para avanzar académicamente.
‘Los chicos del coro’. Esta producción francesa de 2004 ha convertido su banda sonora en todo un icono musical, a pesar de que su temática principal no es la música, sino la forma en que un profesor que cree en sus alumnos y lucha por ellos puede conseguir auténticos milagros y llevarles a alcanzar su máximo potencial. Una obra sensible en la que se refleja el ambiente de un orfanato en la Francia de los años 40.
En la línea de aspirar a lo mejor de cada alumno, no puede pasar desapercibida la película documental también francesa y producida en 2002, ‘Ser y tener’, en la que un maestro enseña muchas de las competencias y técnicas necesarias para hacerse con los pupilos dentro de un contexto rural típico en el que un solo profesor tiene alumnos de diferentes edades.
Una versión española parecida con fórmula documental es ‘Entre Maestros’, cinta hecha realidad entre un realizador de televisión y un profesor de secundaria con 24 años de experiencia que decidió ‘romper’ con un método educativo en el que no creía para hacer uno propio. Lo plasmó primero en un libro ‘Veintitrés maestros, de corazón. Un salto cuántico en la enseñanza‘ y, después, en un documental sorprendente con el que espera transmitir la importancia de conectar con los alumnos para sacar lo mejor de ellos.
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