¿En qué momento somos más creativos?

Para ser creativos se deben activar diferentes canales, que no precisamente coinciden con el momento en el que estamos sentados en nuestra mesa de trabajo.

Patricia Peyró. 13/10/2020

Ni tienes mala suerte, ni eres un inoportuno cuando emergen en la ducha o en el momento más inesperado esos pensamientos brillantes que tanto necesitas. Por supuesto, sin una grabadora ni un bloc de notas. Sin duda, olvidarás más de la mitad de los brotes creativos que te surgen a mitad de una extraña noche de insomnio o cuando te lavas los dientes buscándote entre el vaho del espejo. Se trata del cerebro haciendo su trabajo y activando ciertos neurotransmisores. Lo mejor que podemos hacer es entenderlo para conseguir aumentar esos momentos de estimulación creativa.

¿Por qué sucede así? ¿Cómo y cuándo nos inspiramos más y mejor? Existen diferentes propuestas neurocientíficas que dan cuenta de este habitual y extraordinario fenómeno.

El éxito no ha de depender sólo del arrebato creativo. Como decía Picasso,
mejor «que la inspiración nos encuentre trabajando»

Los neurotransmisores

La respuesta parece estar fundamentalmente en la dopamina, un neurotransmisor cerebral que participa en los centros de placer y recompensa del cerebro. Conocida por su lado más hedonista, hasta el punto de ser una de las hormonas de la felicidad, afecta a nuestro estado de ánimo dotándonos de motivación, pero además, tiene mucho que ver con la creatividad y las ideas prolíficas.

Las hormonas de recompensa del cerebro como la dopamina intervienen en la
estimulación de ideas

Hacer deporte

Al hilo de lo anterior, algunas actividades estimulan la secreción de hormonas amigas de la creatividad. Una de ellas es el deporte. Mientras y después de hacer ejercicio, uno entra en una especie de «auto-momento» en el que, con frecuencia, despiertan buenas ideas. Mucho se ha hablado, por ejemplo, del fenómeno del runner high, para referirse a ese estado de placer que se produce tras hacer deporte. Aunque clásicamente se atribuye a las endorfinas, algunos estudios lo consideran más una leyenda urbana que una realidad, ya que, según indican, la medición real de las endorfinas es harto complicada. Por lo que parece que lo que engancha de verdad a las ratas de laboratorio a darle a las patitas en la rueda, y por ende al runner adicto a la media maratón, es nuevamente la dopamina. O al menos así lo sugieren algunos estudios científicos .

Cuando hacemos deporte parece que desconectamos de todo, pero nuestro cerebro
está en uno de sus momentos más creativos

Estar relajados

Al relajarnos, emerge el inconsciente. Y esto no tiene nada que ver con Freud ni con pulsiones sexuales extrañas hacia nuestros padres. Lo afirma el profesor de neuropsicología Barry Gordon, de la Johns Hopkins Universty en un artículo publicado en la revista Scientific American. El investigador explica que los pensamientos intrusivos antes de dormir surgen porque, al relajarnos, no desconectamos totalmente, «y posiblemente estos precursores cognitivos han estado ahí durante el día» aunque no nos hayamos apercibido, ya que nuestra capacidad de traer pensamientos al plano consciente es limitada.

Estar relajado y sin estrés fisiológico permite ese fluir de ideas sin el filtro
de la razón

Estar en modo automático

Aunque tenga muy mala fama, la rutina es buena para la salud: nos da seguridad e incluso nos permite relajarnos hasta entrar en una especie de modo automático similar al estado que produce nuestra mente al meditar. Este conjunto de sensaciones positivas que mantenemos bajo la ducha, por ejemplo, favorecen la asociación libre y la integración de pensamientos creativos. Lo explicó John Kounios de la Universidad de Drexel en los estudios de lo que él llamó The Aha! moment.

El miedo al fracaso y al rechazo suelen abortar muchos proyectos que comenzaron
con una idea genial

Alcohol y creatividad, una relación existente aunque compleja

Sin hacer mención a ningún estudio, casi todos lo hemos experimentado en nuestras propias carnes. Cuando uno está un poco alegre por el alcohol, puede mostrarse algo más locuaz y seguro de sí mismo. Al menos antes de caer dormido para no acordarse de nada al día siguiente. Eso sí, no hay que abusar, porque la evidencia científica habla de un par de consumiciones: una tasa de alcohol de hasta 0,075% te servirá para responder con más brillantez y acierto a algunos problemas o acertijos. 

La mejora se presenta en cuestiones de creatividad porque, según advierte, se pierde capacidad de memoria y atención. Parece tener que ver, una vez más, con dejar entrar más estímulos perceptivos inesperados que pueden llevarnos a la solución de algún problema, algo que también se ha encontrado en algunos casos de daño cerebral.

Existe alguna evidencia de relación entre locura y creatividad

Los momentos más habituales de inspiración de los españoles

Continuando con el consumo etílico, el estudio que Bombay Sapphire realizó hace unos meses sobre la relación de los españoles con la creatividad ha encontrado que la tecnología tiene un papel clave en nuestras vidas a la hora de estimular nuestra imaginación.

El estudio, llevado a cabo durante el confinamiento, concluyó que el 85% de los españoles se consideran creativos y el 95% afirma querer ser más creativo, entendiendo creatividad por «ser imaginativos, tener buenas ideas, ser artísticos y resolver problemas». Pero ¿cuándo somos más creativos? Según la investigación, los españoles somos más creativos en la cama antes de acostarnos (42%), durante las vacaciones (42%) y mientras cocinamos (29%). Sobre si somos más creativos solos o acompañados, el 52% de los españoles declaran sentirse más inspirados cuando están solos.

¿Y dónde está el problema que nos impide iluminarnos? Según parece, los frenos que nos impiden sacar nuestra creatividad son, por este orden:

-La falta de tiempo

Tener las ideas pero no la habilidad

-No estar seguro de dónde empezar

-El miedo a hacer el ridículo y el miedo a ser rechazados

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