Desde la existencia de Internet, los millennials y las siguientes generaciones han aprendido a estudiar y a trabajar sin desplegar cientos de folios, fluorescentes y libros alrededor de una mesa de trabajo. En su lugar, cuentan con un ordenador que mide poco más de 30×20 centímetros y que tiene todo lo que necesitan. Pero otras veces ni siquiera necesitan eso: es posible apañarse con una simple tablet o smartphone. Y desde ese dispositivo, basta con acostumbrarse a leer, a documentarse y a trabajar con él. Lo importante será tener las aplicaciones más convenientes para cada necesidad.
Parece mentira cómo podemos ponernos a funcionar con un simple dispositivo, sacando lo mejor de nosotros mismos en términos de productividad. Sin embargo, se trata de un proceso de aprendizaje puro y duro. Siguiendo con las teorías del condicionamiento clásico dadas a conocer por Pavlov y su experimento con perros y campanas, es posible convertir cualquier objeto inocuo en un instrumento vinculado a lo que queramos nosotros. En el caso de los perros, Pavlov observó que estos salivaban cuando se les ponía comida, e introdujo entonces un estímulo neutro (el sonido de una campana) junto a la comida.
Tras hacerlo el número suficiente de veces, el mero sonido de la campana provocaba el efecto de salivación. Se produjo un aprendizaje por asociación de estímulos condicionados (comida) e incondicionados (campana). Del mismo modo, es posible convertir el móvil o tablet en un instrumento de trabajo o “pequeño despacho” y hacer que, su sola presencia, active toda nuestra atención para trabajar o estudiar. Se trata de comenzar a utilizarlo y, en poco tiempo, conseguiremos que la mera presión táctil en las app de trabajo de nuestro móvil activen toda nuestra atención, predisponiéndonos para leer, estudiar y funcionar en sitios tan concurridos como el metro, o tan aislados como una montaña alpina.
Si ya prácticamente existe una aplicación para cada necesidad, en breve, los fabricantes se encargarán de crearnos nuevas necesidades que nos obliguen a usar sus apps. Sea como fuere, bienvenida sea la tecnología, siempre que sea para facilitarnos la vida. Y las nuevas generaciones lo tienen cada vez más fácil para evitar el temido fracaso escolar. Damos un repaso por algunas de las mejores apps para estudiantes, siguiendo los consejos de HousingAnywhere, uno de los líderes en encontrar alojamiento a estudiantes y a Erasmus en todo el mundo.
GoConqr: ofrece una variedad de herramientas para estudiantes que van desde mapas mentales, fichas de estudio, tests para probar las habilidades o recursos para prepararse para un examen. Además, tiene un carácter social y, permite conectar con estudiantes y profesores en sus grupos de aprendizaje y compartir los materiales.
CamScanner: es uno de los mejores escáneres para el teléfono. Además, permite guardar documentos de cualquier tipo y cuenta con reconocimiento de caracteres (OCR) y opciones para trabajo en equipo. De esta forma, permite a sus usuarios un ahorro considerable de espacio y dinero, ya que no hay que imprimir ni tampoco fotocopiar libros ni apuntes de otros estudiantes.
EasyBib: es una herramienta tanto para estudiantes como para profesores que permite generar bibliografías y que asegura que todos los datos y el formato estén correctos. Con EasyBib, bibliografías se crean de forma automática a partir de los códigos de barra o de los nombres de libros. De esta manera compilar bibliografías dejará de ser una de las tareas más complicadas de los trabajos escolares.
Pocket: es una herramienta imprescindible para organizar la información que encontramos en Internet. Con esta app se puede guardar contenido de páginas web para tenerlo accesible y consultarlo después de una forma muy sencilla. Pocket permite almacenar todo tipo de enlaces, incluyendo artículos y también vídeos, así como personalizar la lectura o leer la información de manera offline.
Alarmy: es uno de los mejores despertadores ya que no se detendrá hasta que te levantes de verdad. Así que para que deje de sonar, te obligará a salir de la cama y subir una imagen de cualquier parte de tu casa, o hacer una operación matemática.
Trello: es una app que te permite organizar tareas, tanto de ámbito personal como en el plano personal, de una manera rápida, ágil y sencilla. Con esta app puedes añadir en un solo tablero diferentes actividades por realizar, como por ejemplo: contestar los correos, organizar un viaje o asistir a un evento, así como definir todas las fases de un proyecto, y en cada una insertar elementos concretos. Además, cuenta con funciones para trabajo en equipo, de modo que se pueden asignar tareas a cada miembro y coordinar responsabilidades de cada uno de una forma más eficaz.
SplenDO: es la app de listas y tareas por excelencia de Google, pensada para sincronizarse con los servicios de Google como Gmail, Drive, entre otros. SplenDo organiza las tareas por fechas y, además, cuenta con un sistema de notificaciones que te recuerda la siguiente tarea que debes realizar. Pero sin duda, lo que más destaca de SplenDo son los widgets, ya que permiten tener en tu smartphone o tablet las próximas tareas sin necesidad de abrir la app. La aplicación es gratuita y los usuarios la han puntuado con un 8 sobre 10.
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