¿Se debe separar a los hermanos gemelos o mellizos en el colegio?

Los hermanos nacidos de un mismo parto, ya sean gemelos o mellizos, tienen una conexión entre ellos que, a ojos de los demás, resulta casi mágica. Cuanto menos, difícil de entender para los que, simplemente, tenemos hermanos “normales”. Esta unión despierta un gran interés y no son pocas las creencias que rayan la leyenda o, cuanto menos, la pseudociencia sobre aquellos fenómenos extraordinarios que presuntamente tienen lugar entre ellos.

Por ejemplo, la telepatía, o el ser capaces de sentir el dolor del otro. Mito o realidad, posiblemente la relación entre este tipo de hermanos sea la más estrecha que se puede establecer entre dos personas.  Así las cosas, a la hora de ir al colegio a los gemelos o mellizos se les suele separar en distintas clases. Esto nos lleva a preguntarnos por qué y hasta qué punto es realmente necesario el separar a los gemelos o mellizos en el colegio.

Un debate sin resolver

Siendo un hecho habitual, el separar a los hermanos nacidos de un mismo parto en el colegio no cuenta con la aprobación de todos los afectados. Estos son, lógicamente y en primer lugar, los mismos niños, pero esta es una decisión que también afecta a los padres e incluso los profesores responsables de estos pequeños.  ¿Qué hay de lo que quieren estos niños o lo que los padres sienten que es mejor para sus hijos?  En realidad, no hay un consenso sobre la conveniencia real de separarlos, más allá de la propia política de los colegios.

Un ejemplo de esta disparidad de criterio se encuentra en el estudio de Lynn Melby Gordon, profesora del Departamento de Educación Primaria en la Universidad de California en Northridge. En él se encuestaron a 131 directores de primaria, a 54 profesores, a 201 padres de gemelos y a 112 gemelos, encontrándose que la mayoría de los directores (71%) creía que los gemelos deberían ser separados en la guardería, mientras que sólo el 49% de los maestros, el 38% de los padres y el 19% de los gemelos de preescolar estaban de acuerdo.

¿Por qué habría que pensárselo dos veces?

También se analizaron las creencias subyacentes que motivan esta separación, las reacciones positivas y negativas de los niños, y la existencia de prejuicios administrativos sobre el tema.  La conclusión fue condenar que la decisión sobre separar a los gemelos fuera tomada unilateralmente por la dirección del colegio y aconsejar, en cambio, el estudio individual de cada caso en base a un diálogo entre las partes implicadas.

A pesar de ser la práctica más corriente, separar a los gemelos en el colegio puede y debe cuestionarse, ya que atañe a su bienestar y al de toda la familia.  Teniendo en cuenta que los niños comienzan el colegio a los 5 ó 6 años, esto quiere decir que su entrada en las aulas coincide con la separación de aquella persona que les ha acompañado íntimamente desde el nacimiento, compartiendo absolutamente todo: cuidados, hitos evolutivos, ropa, actividades, amigos…

Los gemelos no conocen la vida el uno sin el otro

Por tener la misma edad, e incluso por la propia logística familiar de los padres, los gemelos siempre están juntos, comparten todo, y además suelen hacer siempre lo mismo.  Para ellos es un vínculo natural; es decir, no conocen la vida el uno sin el otro, y por ello el separarlos abruptamente podría suponer un trauma para ellos, unido a la propia dificultad de lo nuevo del entorno escolar y social propio de este.

Así lo considera la doctora Nancy L.  Segal, experta en el estudio de hermanos gemelos y fundadora de Twin Studies Center en la Universidad de California en Fullertony.  Su propia experiencia (ella tiene también una gemela) ha motivado su gran trayectoria en investigación sobre el tema.

La investigadora opina que, en algunos casos, la separación puede originar una ansiedad añadida a este tipo de hermanos.  Y afirma también que, en no pocas ocasiones, el mantener a los gemelos juntos es positivo y contribuye a un mejor rendimiento escolar basado en la colaboración.

Tipos de gemelos y por qué están tan unidos

No es ningún secreto que, siendo el recurso de la fecundación asistida cada vez más utilizado por las parejas, no es infrecuente que este tenga como resultado un parto múltiple de dos niños o incluso más.  Existen, en este caso, diferentes clases de hermanos nacidos bajo el mismo parto:

• Los gemelos idénticos o monocigóticos son aquellos que comparten el cien por cien de los genes y han nacido del mismo espermatozoide.  Estos hermanos serán siempre del mismo sexo.
• Los gemelos dicigóticos no tienen por qué ser del mismo sexo.  Son los conocidos como mellizos o gemelos fraternos provienen de dos óvulos y dos espermatozoides diferentes.  Son los más frecuentes y constituyen el 75 por ciento de los casos.
• Los trillizos, cuatrillizos o quintillizos son casos muy excepcionales y casi siempre relacionados con la estimulación ovárica propia de la reproducción asistida.

Con independencia del tipo de embarazo que haya sido, y cuántos niños hayan nacido bajo el mismo parto, todos ellos tienen una conexión muy singular e íntima entre ellos.  Respecto a la intensidad de este vínculo, existen algunas evidencias de que la unión o apego existente entre los gemelos idénticos es mayor que propia de los gemelos fraternos o mellizos.

Argumentos a favor de separar a los gemelos en el colegio

• Se favorece la autonomía individual de cada niño.
• Se evita la dependencia excesiva entre ellos.
• Si uno de los dos gemelos o mellizos es más dominante, se facilita el desarrollo del hermano más dependiente.
• Hay un mayor enriquecimiento social en el mundo de ambos niños.

Argumentos contrarios a la separación

• No hay evidencias reales para afirmar que la separación haga más bien que mal a estos niños.
• Cuando son muy pequeños, algunos gemelos no van a entender la ruptura de un vínculo que es natural y positivo para ellos, y que les da seguridad y apego.
• La separación puede generar tristeza, ansiedad y conductas regresivas en ciertos hitos evolutivos de algunos niños.
• Para los padres el separar a sus mellizos o gemelos puede suponer un esfuerzo logístico y familiar innecesario.

En conclusión, parece lógico pensar que cada pareja de gemelos o mellizos debería constituir un caso único y con la suficiente relevancia como para ser estudiado invidualmente antes de procederse a su separación de forma automática y “por política”.