Federer conquista dentro y fuera de la pista

Considerado por la mayoría de analistas deportivos como el mejor tenista de todos los tiempos, ganador de 18 títulos de Grand Slam que le llevaron a ocupar durante 302 semanas el primer lugar de la clasificación mundial, Roger Federer es un deportista admirado tanto por su juego como por su exquisito comportamiento fuera de la pista.

El suizo de 35 años es uno de los tenistas más queridos del circuito y acaba de incorporar dos títulos más a su excelso palmarés, el Open de Australia, ganando en la final a Rafael Nadal y el reconocimiento de los lectores del magazine GQ (Gentlemen´s Quarterly), revista mensual para hombres dedicada a la moda, al estilo y la cultura masculina y considerada la más exclusiva y sofisticada del sector que han elegido a esta leyenda viva del tenis como el hombre con más estilo y elegancia del año 20.

Es una competición que rompe todas las normas, un evento que cada año despierta la atención del mundo entero y que selecciona a los hombres referencia en la elegancia masculina para, finalmente elegir al hombre con más estilo sobre esa imaginaria pasarela. Este año aparecieron actores (el británico Tom Hiddleston o el canadiense Ryan Gosling), músicos (los americanos Jared Leto o Kanye West), directores de cine (Tom Ford) y deportistas (David Beckham o Lewis Hamilton). Todos ellos referencias de estilo masculino de entre los que los lectores de GQ eligieron la figura de Roger Federer como el más elegante de todos en el pasado año.

Sin duda 2016 no fue su mejor año deportivamente hablando, el paso del tiempo y ya con 35 años, lleva al tenista de Basilea a pagar unos peajes con los jóvenes deportistas que llegan pletóricos de hambre y físico. Pero Federer sigue conquistando al mundo con golpes de genialidad en la pista y con su elegancia y glamour fuera de ella.

Federer no es hombre de excesos, no se le ven tatuajes, pendientes ni nada que pueda alterar sus reglas de estilo. Un look sólido y elegante que aúna lo casual con lo sobrio y que le convierte en un imán para las marcas comerciales. Según la revista Forbes, es el cuarto deportista que más dinero gana fuera de su actividad habitual, con 68 millones de dólares en 2016, con una cartera de patrocinios asociada al sector del lujo donde destacan las firmas Rolex, Nike, Credit Suisse, Mercedes o Moët&Chandon.

Un icono de la moda demasiado real y que demuestra que el estilo es intemporal. Una marca perfecta que asocia su imagen a los valores que representa el deportista. Pero no es sencillo mezclar éxito, deporte, juventud y fama con prudencia, conservadurismo y clase. Federer lo consigue sin cambiar su look, manteniendo carisma y estilo y siempre con un gusto distinguido.