La alfombra feminista de los Premios Forqué
Nos encanta una alfombra roja. Y más aún ver los mejores y los peores vestidos.
El sábado por la noche, Zaragoza se vistió de gala para la entrega de los Premios Forqué. La considerada antesala de los Goya, además de ser una excelente oportunidad para hacer quinielas de nuestros Oscar del cine, es una de las alfombras rojas más esperadas del comienzo del año. Aunque no llegó al nivel de los Globos de Oro, sí que hubo un notable sentimiento feminista tanto en el photocall como en las candidaturas, que fueron más para mujeres que para hombres.
En la alfombra roja hemos vimos de todo. Vestidos largos, cortos, mucho brillante, pantalones, escotes y, como siempre, elecciones acertadas y elecciones para olvidar. Entre las mejores vestidas destaca Juan Acosta que eligió un mono tweed con lentejuelas de Chanel que combinó con unas sandalias Jimmy Choo siempre elegantes. Un total black que incrementó la elegancia natural de la actriz.
Siempre es un referente, tanto por su trabajo como por su estilo. Maribel Verdú no defraudó con el diseño de Temperley London. Un look también en negro que daba un toque de color gracias a las flores del escote y que dejaba la espalda al descubierto.
Los escotes fueron los grandes protagonistas de la noche. Destacó Elena Rivera con un vestido de Santos Costura en azul noche con lentejuelas y un escote de vértigo muy favorecedor.
Una opción muy sexy y a la vez que acertada fue la que escogió Dafne Fernández. El jumpsuit color piedra y pantalón ancho de Fernando Claro Costura le quedaba como un guante.
Sin duda alguna, la más sexy de la noche fue Hiba Abouk, que se atrevió con un vestido americana largo en negro, con hombreras y botones dorados de Balmain. Todo ello acompañado por un escote imposible y una gran abertura en la falda.
En el ranking de las peor vestidas destacan las concursantes de Operación Triunfo. Se trataba de uno de sus primeros eventos desde que abandonaron la academia y seguramente no estuvieron bien asesoradas.
Demasiado brilli-brilli, terciopelo y vestidos vaporosos que no pegaban ni con el tipo de evento, ni con la edad de las chicas.