Pedro Mari Sánchez: «Me siento como si tuviera la mitad de mi edad»

Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Y en eso, Pedro Mari Sánchez tiene un máster. A los 6 años llegó al cine y a los 9 se subió por primera vez a un escenario. Tres décadas después sigue viendo la vida desde esa altura donde sigue jugando “pero como lo hacen los niños, jugando en serio”. ¿Lo último? representa en solitario ‘La palabra de oro’, fragmentos entre otros autores de Lope de Vega, Calderón de la Barca o Cervantes.

The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Pedro Mari Sánchez: La realización de todas las fantasías, la posibilidad de vivir muchas vidas en esta.

TL: ¿Cómo estás viviendo este regreso a los escenarios?
Pedro Mari Sánchez: Como siempre que me subo a él: con la misma inocencia y la misma ilusión que la primera vez que me subí a las tablas, con 9 años. Jugando, pero en serio, como juegan los niños.

TL: Dicen que nunca te olvidas de montar en bicicleta, aunque la abandones muchos años ¿Ocurre lo mismo con el teatro?
Pedro Mari Sánchez: No sé decirte. Nunca he pasado tanto tiempo sin subirme a las tablas como para que se me olvide; el escenario ha estado, de una u otra manera, siempre presente en mi vida.

«Sigo jugando en el escenario, pero en serio, como hacen los niños»

TL: Eres historia de nuestra escena, del cine, de la cultura. ¿En el mejor de tus sueños imaginaste llegar al lugar que hoy ocupas con vigencia?
Pedro Mari Sánchez: Empecé cantando muy pequeño y luego, con algo más de 6 años, llegó el cine; después al teatro y la televisión. Y ya supe que ese era mi camino. No fue algo diseñado pero supongo que nunca imaginé que haría tantas cosas y tan distintas, ni que estaría tantos años en activo. He sido y soy, sobre todo, un hombre afortunado.

TL: ¿Por qué los clásicos para esta vuelta a las tablas?
PMS: Porque son tremendamente vitales y vigentes. Porque cuentan y denuncian con una valentía asombrosa situaciones que, por desgracia, aún seguimos viviendo y lo hacen con una belleza y una luminosidad únicas.

TL: ¿Lo mejor siempre está por llegar?
PMS: Siempre. Yo confío mucho en la vida. En esta profesión aprendes a hacerlo.

TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
PMS: Vivir.

TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
PMS: En lo personal, mi mujer, Ana. En lo profesional mucha gente. Por mi edad y por haber empezado tan pequeño he tenido la suerte de trabajar con lo mejor de varias generaciones de artistas de los que he aprendido mucho.

TL: ¿Qué te pone de buen humor?
PMS: El mar y viajar en coche sin prisas, por el puro placer de hacerlo.

TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
PMS: Por ejemplo, ‘September’ de Earth, Wind & Fire, pero hay muchas más…

“Confío mucho en la vida. En esta profesión aprendes a hacerlo”

TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
PMS: En escaquearme y en hacer preguntas incómodas. Era un niño muy inquieto que todo se lo preguntaba y todo lo cuestionaba. Y la verdad es que era más feliz en los platós o los escenarios que en el colegio.

TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
PMS: Me gustaría tener un José María Sicilia, para ser sinceros.

TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
PMS: El de memorizar los nombres de las personas. Y, sí, para mí es un talento.

TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
PMS: Si con ella evito hacer daño, sí.

TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
PMS: Hace mucho que no voy de fiesta. Soy más de estar con amigos en nuestra casa o en la suya. O de salir a comer o a cenar y tener una sobremesa larga.

TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
PMS: Gracias.

“En el colegio era brillante en hacer preguntas incómodas”

TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
PMS: A un hombre de 68 años que se siente como si tuviera la mitad.

TL: ¿Ese bien que más valoras?
PMS: La salud. Por fortuna, la tengo. Pero soy muy consciente de que es lo más importante.

TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
PMS: Tarjetas, algo de dinero suelto, el teléfono y algún que otro tornillo…

TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
PMS: Que probablemente es la aventura más compleja y apasionante que podemos emprender.

TL: ¿Tu mayor decepción?
PMS: En lo personal he tenido varias que ya he olvidado. En lo colectivo, me decepciona la incapacidad del ser humano para saber convivir.

TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
PMS: Sigo a amigos, a compañeros, a hombres y mujeres de diferentes disciplinas a los que admiro y aprecio. Pero son muchos y no quiero dejarme a nadie atrás.

“Vivir en pareja es la aventura más compleja y apasionante”

TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
PMS: Para salir de casa. Doy muchas vueltas porque soy bastante despistado y siempre me dejo algo.

TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
PMS: ¡Hay tantas y tan distintas! Me cuesta mucho decir una sola. Me encantan, por ejemplo, desde ‘El Padrino’ a ‘El Cazador’, ‘Sin Perdón’ o ‘Interestellar’. Y, por supuesto me quedaría a vivir en muchísimas películas españolas como ‘Plácido’, ‘Los jueves, milagro’, ‘Mar adentro’, ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, ‘Los lunes al sol’… Me dejo muchísimas, seguro.

TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.
PMS: Me gusta cocinar diariamente y también para los amigos. Pero una experiencia muy especial fue la del día de mi boda en el restaurante Santceloni. Me dio mucha tristeza que cerrara.

TL: Sé que han sido muchas, pero ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
PMS: Esta: ¿Crees que tu oficio tiene alguna importancia para la sociedad? Esa es una pregunta que yo me hago continuamente.