El sueño veneciano de Angelina y Johnny Depp

Visitar Venecia es un placer para los sentidos, es la ciudad del lujo por excelencia, además, posee uno de los mejores hoteles del Mundo.

Vistas desde la terraza
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Danieli Hotel Venice, vista exterior

Hola, cuando la Humanidad se pone manos a la obra es capaz de lo mejor y de lo peor, eso, a estas alturas, ya debemos tenerlo más que asumido. Pero, si eres como yo, Rodolfo, entenderás que no hay que conformarse con descubrir lo que es capaz de hacer la Humanidad, lo importante es descubrir lo que es capaz de mejorar y en esta dirección todavía tenemos terreno que abarcar, si no, tiempo al tiempo.

Danieli Hotel Venice, lobby
Danieli Hotel Venice, lobby

Uno de los mejores ejemplos de lo que nuestra especie es capaz de lograr, cuando eleva el arte a prioridad, es la ciudad de Venecia, ya sabéis, la de los canales y las góndolas. Esta ciudad es tan rica en detalles que suelo aconsejar a quien me acompañe (nunca viajo solo a Venecia) que varias semanas antes de partir intente mejorar su memoria visual, de esta forma, podrá retener en su retina lugares espectaculares que la cámara sólo puede visualizar en dos dimensiones. En mi último viaje, me hospedé en uno de los mejores hoteles del Mundo: el Hotel Danieli (sí, sí, el que utilizaron Angelina Jolie y Johnny Depp en su película “El Turista”) todo un sueño veneciano. 

Danieli Hotel Venice, salón
Danieli Hotel Venice, salón

El sueño empieza cuando todavía no has puesto un pie en la ciudad, pero los nervios ya han calado hondo en ti, sabes que vas a un sitio especial, a una región con mucha historia, con muchas leyendas que contar y con mucho que enseñarte. El edificio en el que se enclava el hotel transpira tradición por los cuatro poros, rezuma vivencias en cada espectacular detalle, no en vano, fue construido por una de las familias más tradicionales de la región, otrora Nación. La familia Dándolo le dio a Venecia cuatro Duxes, entre los cuales figura Enrico Dándolo, que conquistó Constantinopla (casi nada). Este edificio es el Palacio Dándolo (nunca lo hubieras imaginado ¿eh?).

Danieli Hotel Venice, terraza nocturna
Danieli Hotel Venice, terraza nocturna

La construcción se remonta al siglo XIV y exhibe un marcado estilo gótico veneciano, con sus arcos ojivales (arco que se corta por dos líneas paralelas a ambos lados de su eje y se unen formando así un arco con terminación en punta) y sus ventanas con forma de tréboles, algo que se repite en el interior, además tiene un característico color rosa en su fachada. Durante varios siglos perteneció a diferentes familias: los Gritti, Bernardo, Mocegino o Nani fueron poseedores de la propiedad hasta que en 1822 Giuseppe Dal Niel compró la segunda planta y la convirtió en un hotel. Años más tarde su hija, Alfonsina Muzzarelli, terminó de comprar el resto adueñándose de todo el edificio.

Danieli Hotel Venice, habitación
Danieli Hotel Venice, habitación

Con el tiempo cambió de propietarios, los Genovesi y la Campi Bozzi & C. invirtieron una pequeña fortuna en 1895 para introducir la energía eléctrica, los ascensores y radiadores de vapor, todo un lujo en aquella época. En 1945 completaron lo que es hoy el hotel, al demoler los edificios que separaban el Palazzo Dandolo y el Palazzo delle Prigioni y construyendo el Palazzo Danieli Excelsior. Este último edificio fue rediseñado por el afamado arquitecto francés Jacques García en 2008, dándole el aspecto del que presume hoy orgulloso.

El sueño continúa cuando llegas al hotel y descubres que se ubica a pocos metros de la Plaza de San Marcos, desde la que podrás recorrer el centro de la ciudad y sus edificios más emblemáticos, como la Basílica de San Marcos, el Puente de los Suspiros o el Palacio Ducal. No existirá mejor lugar para ti, sobre todo si te dejas guiar por su Consierge Luxury Collection, él sabrá enseñarte la ciudad en todos sus aspectos: deporte, diversión, arte o cultura. El hotel se encuentra englobado dentro de The Luxury Collection”, una variada gama de espacios de alta calidad en más de 20 países que llevan la marca Starwood Hoteles detrás, toda una garantía.

Vistas desde la terraza
Vistas desde la terraza
Danieli Hotel Venice, salón
Danieli Hotel Venice, salón

Cuando entres por el portal gótico de la Calle delle Razze sentirás que te invade el alivio, ya estás allí, es real, ante ti una singular decoración en mármol rosa y una escalera en la que querrás quedarte. Los espacios están divididos por columnas de elegante fractura, motivos florales adornan cada esquina, bustos marmóreos parecen recibirte con alegría, sin duda, te esperaban hace tiempo. La mayoría de los huéspedes de este hotel destacan, ante todo, el sentimiento de hogar que les embargó durante su estancia, en mi caso, evidentemente, más que un sentimiento es una realidad.

Lámparas de cristal de Murano adornan el salón de la Suite Dándolo, los revestimientos de mármol se encuentran por cualquier lugar, en los baños se transforman en bañeras o paredes. Uno de los aciertos destacados de los propietarios del lugar ha sido el de darle personalidad a sus espacios. Así, Marco Polo presta su nombre a un recibidor en que el descanso está asegurado y a varias habitaciones de estilo renacentista ubicadas en el Palazzo Danieli Excelsior, con cortinas de seda y techos con molduras crema y doradas. He escuchado también el nombre de Bond, pero, sinceramente, no sé a quién se refieren.

Hotel Danieli Venice, suite
Hotel Danieli Venice, suite

Las tres Suites Signatures están inspiradas en tres celebridades: una en Greta Garbo, diva del cine en los años treinta, otra en María Callas, gran diva de la ópera y la última, pero no por ello menos inspiradora, en su Alteza Real la Princesa Gracia de Mónaco. Estas suites tienen inolvidables muebles antiguos, suelos de parqué y espectaculares techos, tejidos suaves color bronce y una cama que hará que no quieras salir de allí (si estás en buena compañía, no sé si me explico). Todo decorado por el interiorista francés Pierre Yves-Rochon.

Querrás recorrer todo el hotel, visitar el bar Dándolo, que se ubica en una esquina del salón gótico del Palazzo, querrás memorizar los ricos tapices que evocan el legado de la Perla del Adriático, te impregnarás del olor del Acqua di Parma con el que agasajarán en los baños, querrás pasar más tiempo en su bar terraza, con sus vistas inigualables de la cuenca de San Marcos o en su restaurante desde el que verás la simpar Santa María della Salute y el Palazzo Ducale. 

Danieli Hotel Venice, room
Danieli Hotel Venice, room

Si tienes la suerte de alojarte en una de las suites Executive, verás cómo rinde homenaje a la grandiosidad gótica en su vestíbulo principal y, en sus baños de mármol, te convertirás en fan de las fragancias de Laura Tonatto, disfrutarás de la más tierna infancia con sus cómodos albornoces y zapatillas, todo elementos únicos, como corresponde a un Hotel cinco estrellas. Hablando de estrellas, la suite real Doge Dándolo tiene vistas a 180º de la Laguna con la isla San Giorgio Maggiore como telón de fondo, retratos reales del siglo XIX, sillones barrocos y mesas de mármol (otra vez, sí) Carrara, posee un fresco original del siglo XVIII de Jacobo Guarana y alfombras sobre el suelo de terrazo veneciano.

Danieli Hotel Venice, baño
Danieli Hotel Venice, baño

El terrazo es un pavimento de origen veneciano que se realizaba con una masa de arcilla en la que se esparcían trozos de mármol, con el tiempo se dieron cuenta de que, añadiéndole sellantes y puliéndolo se convertía en una superficie de bella fractura. En la actualidad, en vez de arcilla se utiliza cemento (normalmente blanco) y colorantes que se mezclan con mármoles o piedras de fácil pulido, no se suelen añadir granitos porque dificultan el desbaste excesivamente. Por supuesto se comercializa en baldosas y en elementos decorativos, también se pueden fabricar in situ, convirtiéndose en una superficie sin juntas, en este caso, hay que calcular bien las juntas de dilatación para que no se produzcan fisuras.

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Danieli Hotel Venice, bar

Por supuesto en sus instalaciones tendrás fitness, Spa, televisión, degustarás los manjares de la región, vinos y cócteles de primera (el bar Dándolo ha recibido recientemente el premio Gambaro Rosso) y un largo etcétera por descubrir. En fin, una vez dentro, correrás el riesgo de no querer salir del hotel, como me dijo la última persona que estuvo allí conmigo: “Si me llevara pedazo a pedazo el hotel Danieli tendría el mejor sitio para vivir, sólo que me faltaría Venecia”. Adiós.

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