Los diseñadores de las 50 bodas del año
Juan Fernández del Álamo y Javier Durán están detrás del taller de flores Llorens y Durán. Una pareja apasionada por el diseño y que imponen por sus arreglos sofisticados y audaces en los grandes eventos de Madrid.
Les dieron carta blanca, no habría restricciones. Una familia francesa celebraría la boda de su hija en el balneario de Biarritz y los escogieron como sus diseñadores. Entonces empezó la aventura: se reunieron con la novia una, dos y tres veces con papel y lápiz. Y así lograron crear un proyecto que se materializó meses después para alegría de la familia y los asistentes. No obstante, no pueden dar mucho detalle puesto que el contrato requería discreción.
Juan Fernández del Álamo y Javier Durán tienen el calendario a tope: los matrimonios se tienen que agendar con un año de antelación. Los medios de comunicación reclaman tanto sus arreglos como su presencia. Las anfitrionas de Madrid los llaman para que adornen sus casas y eventos especiales (y no tan especiales). Y eso que apenas tres años atrás, se dieron a conocer en Casadecor Madrid con sus jardines verticales liofilizados. “Estamos marcando tendencia. Hacemos las 50 mejores bodas de España”, dice Juan. Y aunque uno pudiera creer que su pasión le lleva a la exageración, uno se lo cree.
Su taller de flores en Paseo de La Habana no dice nada por fuera. Pensé que tenía mal la dirección hasta que me asomé por la verja. A pesar de los reflejos del ventanal, divisé unos arreglos. Toqué el timbre hasta que por fin me abrieron la puerta. La señorita que me abrió estaba trabajando en el subsuelo, preparando unos paneles de ramas verdes para un restaurante. Y como no reciben sin previa cita, por supuesto no estaban atentos a mi visita.
Juan y Javier llegaron al rato. Juan tiene un background en marketing y comunicaciones, además una pasión desbordante por el diseño. Javier trabajó con flores desde siempre y aporta su mesura zen. El yin y el yang conjugados de tal manera que el resultado es de gran sensibilidad, fuerza y dinamismo.
Y se puede palpar en su taller: un espacio que conjuga modernidad con tradición. Un atado de ramas de magnolio se convierte en un árbol de Navidad con bolitas de Suecia pintadas a mano por un artesano. Sobre una mesa tienen distintas coronas de flores liofilizadas que llevan los niños en las bodas ya que “la flores frescas se marchitan con prontitud”. Campanas de cristal, cerámicas azules chinas, canastos de todos los tamaños y un largo etcétera le dan personalidad. El taller es lúdico, onírico y poético, un experiencia de texturas, perfumes y colores.
A ambos les gustan las plantas liofilizadas por sus tintes naturales y flexibilidad. Las flores frescas las traen todas de Holanda y las ramas de una finca de Galicia. Entre todos los arreglos, el que más gozan haciendo es el ramo de novia. No se repiten. Cada diseño es único y tienen en consideración incluso la altura de la novia. Después de su confección, lo colocan en una caja de sombreros y es el mejor amigo de la novia quien se lo entrega.
Los eventos corporativos y publicitarios también son su fuerte. Fueron los elegidos por Tiffany & Co. para una cena de Navidad en Madrid y hace poco atendieron otra de gala organizada por el Real Madrid. Me despedí con cierta nostalgia, porque el encuentro daba para largo. Pero ellos tenían que volver al matrimonio del que se habían escapado. Y yo debía seguir zapateando Madrid en mi búsqueda de diseñadores de flores que me quitan el aliento.
* Fotos Llorens y Durán. * Llorens y Durán. Paseo de la Habana 41, 28036. Madrid. 914 11 54 27. info@llorensyduran.eu