Para San Valentín… inspírate en Instagram
Lo único que no vas a encontrar aquí es un ramo de rosas rojas para San Valentín. Sé original y divertido si quieres sorprender a tu chica.
¿Quieres sorprenderla con flores pero huyes de los típicos regalos? Aquí tienes las mejores y más originales floristas de Instagram para que aciertes… y quizás te inspiren para vuestra boda…
Jane Florist, (Korea)
Su estética es limpia, pero de detalles. No importa que su bouquet tenga apenas tres flores, pero el plegado de los papeles que lo envuelven lo convierten en una pequeña joya. Esta estrategia comercial le ha hecho una de las floristas más exitosas. Por eso no sorprende que tenga 54,9k de seguidores.
Chloe and Mint (Estados Unidos)
En California, tierra de exitosas floristas, aparece tímidamente Jenny Yi. Graduada en Finas Artes, trabajó con una serie de grandes compañías dedicadas a eventos antes de lanzar la suya. Con apenas 3.600 seguidores en Instagram, conquista por la delicadeza de sus imágenes. Ser florista, estilista, coordinadora y organizadora garantiza la cohesión de un proyecto.
Cristin Francis Aqueduto (Portugal)
Única. No solo su feed es espectacular, sino que sus historias en Instagram son un verdadero placer de seguir. Gran diseñadora de flores, estilista y fotógrafa, Cristina es dueña de una casa de campo, hoy un centro de eventos, en el norte de Portugal. Esta artista es una rara síntesis en la industria de las bodas. En sus arreglos, cada flor es protagonista. Nada es estridente ni acaramelado. Y cada elemento recupera su nobleza de antaño.
Sweet Woodruff (Canadá)
Ya son siete años desde que Lisa Collins abrió su estudio en Toronto. Su primer trabajo fue a los 14 años en una floristería y quedó enganchada. No obstante, optó por un camino paralelo. Sus estudios de Diseño de Interiores y Planificación Urbana se advierten en sus fotografías, donde el espacio toma un lugar preponderante. Adora las hojas, las ramas, el follaje y se decanta por una paleta clara que transmite tranquilidad.
Asya Bloom (Rusia)
Los bouquet más grandes del mundo los hacen los rusos. O al menos, esa es mi impresión. En el trabajo invernal de Anastasia Panina hay derroche de flores y dorados (su clientela en San Petersburgo lo pide), pero no cae en lo vulgar. Su estilo es romántico; más que sugestivo, imponente, al tiempo que sus arreglos impresionan por su movimiento y exquisitez.
Wild Folk Studio (Estados Unidos)
Caroline O’Donnell, una de las mejores floristas de Boston, aprendió sola el oficio. Es más, es ahora ella quien da talleres, si es que no está organizando fiestas o repartiendo sus diseños por la ciudad. Con conciencia social, organizó junto a sus amigas creativas un pop-up y las ganancias fueron para ayudar a las mujeres de su barrio.
Lucy The Flower Hunter (Reino Unido)
Tal vez era solo cuestión de tiempo que la premiada paisajista del norte de Gales, Lucy Hunter, descubriera el diseño floral. Su cuenta evoca lo que todos tenemos en el inconsciente. La campiña británica donde una silleta rústica convive con un espejo con pan de oro, y una pila de libros sirven de pilar a una urna con flores. Y narra su periplo por talleres de reconocidas diseñadoras. ¡Su aventura acaba de empezar!
Janna Brown Design (Estados Unidos)
Si alguna vez soñó casarse sobre un acantilado mirando a un mar embravecido, Janna Brown es su florista. «Las flores tienen que tener un escenario para que se luzcan», afirmaba la legendaria Constance Spry, y Janna hace exactamente eso, y más. Sus servicios van desde organizar una boda (en Alabama o cualquier rincón del mundo), elaborar diseños de flores ‘salvajes’, hasta poner una cinta de terciopelo alrededor de una concha, ya que es una gran estilista.
Fjura (Reino Unido)
Simone Goosh, australiana, conquistó a los londinenses con su estética provocativa y elegante. No trae el jardín a la casa. Más bien empapa con exotismo lo que toca. Las orquídeas son una de sus especies favoritas y toda flor que manifieste impúdicamente su belleza. Sus diseños hablan con lenguaje propio, lo que se agradece.
The Potted Pansy (Estados Unidos)
La debilidad de Mandy Ogaz es el otoño. Se interna por los bosques de Utah y cuando algo le llama la atención, ¡tijeretazo! A ella le gusta esa frescura, ser audaz en el uso del color y la abundancia de texturas. Un ramo siempre es un camino irrepetible. “Pongo mi alma en cada proyecto, diseñando piezas para tocar corazones y mover almas”. *Portada: The Potted Pansy.