Todo sobre los faraones, la cara humana de los dioses
Del 8 de junio al 16 de septiembre CaixaForum Barcelona acoge la exposición 'Faraón. Rey de Egipto'.
Los Faraones, los Señores de las Dos Tierras, eran los encargados de proteger Egipto de sus enemigos y de garantizar el maat, el orden del universo. Del 8 de junio al 16 de septiembre CaixaForum Barcelona acoge la exposición ‘Faraón. Rey de Egipto’ en la que a través de una colección de objetos procedentes del British Museum, se exploran los ideales, el simbolismo y la ideología de estos faraones, así como las realidades de la vida en el valle del Nilo.
Tras las imágenes y los objetos del antiguo Egipto que han llegado hasta nuestros días se esconde la realidad de un imperio que ha fascinado al hombre a lo largo de la historia. ‘Faraón. Rey de Egipto’ presenta dichos objetos para explicar la vida en esos tiempos, prestando especial atención a distintos aspectos del monarca egipcio como el carácter divino de los faraones, la simbología de las vestimentas y las joyas, la religiosidad, los rituales, la organización administrativa del país, las guerras expansivas y de protección y, por supuesto, la vida de palacio.
Más de ciento cincuenta piezas de la colección del British Museum forman parte de esta exposición, entre las que destacan distintos trabajos de orfebrería, estatuas monumentales y preciosos relieves de templos que acercan al visitante a la vida real y de poder del antiguo Egipto.
Los faraones eran considerados descendientes directos de los dioses, ya fuere como descendiente del dios del sol (“hijo de Ra”) o como una encarnación terrenal de Horus. Los nombres escogidos por los faraones reflejaban su piedad y las prioridades de su reinado. Como sumos sacerdotes, los faraones supervisaron la construcción de grandiosos templos para la celebración de rituales. Los entierros reales, bajo las pirámides o en el Valle de los Reyes, se concebían con la intención de garantizar el renacer del faraón como Osiris, dios de la muerte, símbolo de la fertilidad y garante de la regeneración del Nilo.
Junto a esta naturaleza divina, el faraón también era a menudo representado como un audaz guerrero; un genio de la estrategia militar, implacable con sus enemigos. Comandaba los ejércitos con la misión de mantener la paz interior y de expandir las fronteras. Sin embargo, Egipto sufrió numerosas y dolorosas derrotas contra los ejércitos romanos y nubios, entre otras. A su vez, a pesar de su papel como Señor de las Dos Tierras, nexo de unión entre el norte y el sur de Egipto, lo cierto es que los faraones no pudieron evitar fuertes tensiones internas, llegando a desembocar algunas de ellas en cruentas guerras civiles.