Desmaquíllate cada noche y evita el envejecimiento prematuro de la piel
Seguir una rutina de limpieza facial y desmaquillarse correctamente todos los días es fundamental para mantener la piel sana, joven y luminosa.
«¡Ah, no, por un día no pasa nada!», «¡Uff, qué pereza! Mañana ya, si acaso en la ducha. Total, no me va a ver nadie hasta mañana, ¿no? Es que estoy tannnn cansada…» Seguro que más de una vez y más de dos, habéis pronunciado alguna de estas frases al caer rendidas en la cama. ¿Desmaquillarse? ¿Limpiarse la piel? Venga va, que es tardísimo y estoy derrotada. Y luego a gastarse un dinerito en cremitas y eso, ¿verdad? Pues no sabéis la barbaridad que le estáis haciendo a vuestra piel; no sólo cada noche que no os desmaquilláis, sino cada noche, ¡y cada mañana! que –aún sin estar maquilladas- no os limpiáis la cara. Mirad las fotografías de abajo. De la primera a la última sólo hay un mes de diferencia.
Así se destroza la piel de una persona en tan sólo 30 días. Una redactora del periódico británico Daily Mail estuvo un mes entero sin desmaquillarse por las noches. El diagnóstico de los expertos fue contundente: la piel de Anna Pursglove envejeció diez años: 121 días de media por cada noche que no se desmaquilló. Las mujeres británicas han confesado pasar del proceso desmaquillante al menos dos noches a la semana. ¿Y vosotras? ¿Cuánto envejecéis de más? Haced los cálculos.
No retirar el maquillaje del rostro al final del día puede acelerar el envejecimiento de la piel
No hay excusa para la pereza, y menos con los nuevos sistemas que limpian la piel seis veces mejor que de manera manual, y en sólo un minuto. ¡Si tardáis más en quitaros la ropa! Y a nadie –bueno, a casi nadie- se le ocurre meterse en la cama con botas y vaqueros.
Yo utilizo dos sistemas, uno para la mañana y otro para la noche. ¿Por la mañana también? Sí, por la mañana también. Después de restregar durante horas la piel contra la almohada, hay que limpiarla, y a fondo, porque –asustaros, queridos- TODO ESTO es lo que esconde vuestra cama:
El colchón y la almohada contienen más de dos millones de ácaros que ensucian nuestra piel
«Tu colchón es el hogar de casi dos millones de ácaros microscópicos, que salen a altas horas de la noche a cenar tus grasas sebáceas y a darse un banquete con todos esos encantadores y crujientes copos de piel que desprendes cuando te mueves en sueños. Sólo en tu almohada puede haber 40.000. (Para ellos, tu cabeza no es más que un enorme bombón aceitoso). Y no creas que cambiar la funda de la almohada cambiará las cosas. Para alguien de la escala de los ácaros, el tejido de la tela humana más tupida es como las jarcias de un barco. De hecho, si la almohada tiene seis años (que parece ser que es más o menos la media de una almohada), se ha calculado que una décima parte de su peso estará compuesta de “piel desprendida, ácaros vivos, ácaros muertos y excrementos de ácaros”. Bill Bryson, Una breve historia de casi todo, RBA.
Vale. Un poco asquerosito, la verdad. Pero, ahora que lo sabéis, ¿no os queréis quitar toda esa porquería de la piel por las mañanas? ¿A que sí?
Los dispositivos de FOREO y Clarisonic nos ayudan a mantener nuestra piel limpia, luminosa y perfecta
El cuerpo es fácil: un buen guante de crin en la ducha. Y la cara también. En la ducha, mientras esperas esos dos eternos minutos que tarda en actuar la crema suavizante en el pelo, humedece en las manos un buen jabón facial y aplícatelo en el rostro. Después, utiliza el cepillo facial de silicona FOREO Luna. 10 segundos en cada mejilla, 20 en nariz y barbilla y otros 20 en la frente. Aclara con agua y ¡hecho! La piel queda limpia, oxigenada y preparada para los productos faciales que utilices por la mañana.
Por la noche, me haya maquillado o no, repito el proceso, pero con el cepillo Clarisonic, que también desmaquilla. Tras limpiar suavemente los ojos, aplico el jabón humedecido en la cara –me gusta más que hacerlo directamente en la piel que en el cepillo- y trato las cuatro zonas –las dos mejillas, eje nariz barbilla, y frente- durante los mismos tiempos. Un minuto en total para todo. Después aclaro con abundante agua y aplico las cremas y sérums.
Los primeros días de uso mi piel enrojeció un poco –tengo una piel ultrasensible-. Pero, tras dos semanas, cambió. Y desde entonces está muchísimo –muchísimo, de verdad- más luminosa, tersa y con el poro más cerrado.
Son sólo dos minutos al día si utilizas esos aparatos. Pero también puedes limpiar la piel de manera tradicional, con los discos de algodón, la leche o jabón, el tónico o el agua micelar. ¿Vas a permitir que tu piel envejezca por no dedicarle ese poquito tiempo diario?