Al menos diez empleados de Buckingham dispuestos a testificar contra Meghan Markle por acoso laboral
La guerra abierta entre empleados de Buckingham y los duques de Sussex se encona a pocas horas de que la pareja cuente en televisión su verdad sobre el abandono de sus funciones públicas.
Meghan Markle no hizo amigos durante su estancia como miembro activo de la familia real británica. La investigación sin precedentes anunciada por el Palacio de Buckingham sobre los presuntos casos de acoso laboral realizados por la actriz sigue su curso. Al menos diez funcionarios de distintos rangos estarían dispuestos a corroborar que la duquesa de Sussex presionó a varios trabajadores y que infligió “crueldad emocional” a sus subordinados. Unas acciones que habrían tenido lugar entre 2018 y 2019. Al menos dos trabajadores perdieron su empleo debido a ello.
El entorno de Meghan Markle niega las acusaciones e insiste en que lo publicado por The Times es otro ejemplo de cómo la maquinaria del Palacio de Buckingham utiliza a la prensa británica para “vender una narrativa totalmente falsa” sobre ella. El mismo argumento que sostendrá Markle en la entrevista con Oprah Winfrey que este domingo emite la CBS.
Meghan Markle no se fiaba de Kate Middleton
Con relato organizado o sin él, por los pasillos de Buckingham resuena el clamor contra de Meghan Markle. Y por supuesto, el príncipe Harry tampoco sale muy bien parado. “No podría ver a esos dos en el balcón” asegura una fuente interna consultada por el Daily Mail sobre la posibilidad de que ambos sean invitados en el futuro a cualquier evento oficial. El ambiente tóxico habría comenzado a extenderse por todos los rincones cuando la pareja comenzó a preparar la boda. Tensiones con el protocolo, los invitados, los guiños hacia la desaparecida Diana o los caprichos de ambos habrían sembrado la duda sobre cualquier miembro de la corte que se acercara a ambos.
Y al parecer Kate Middleton se llevó la palma. En su día se supo que ambas tuvieron un serio incidente relacionado con la tiara de la boda de Meghan. La duquesa de Cambridge habría acabado llorando en público por los reproches que recibió de su cuñada. Una fijación que habría colocado a Kate como líder de un supuesto grupo de difamadores entre los que estarían miembros del Palacio de Kensington y Clarence House, los hogares de los duques de Cambridge, la duquesa de Cornualles y el príncipe de Gales.