Isabel II guarda silencio sobre la entrevista de Harry y Meghan
La Reina de Inglaterra se toma con calma una posible respuesta oficial a las acusaciones y reproches de su nieto Harry y su esposa Meghan Markle.
Como era de esperar, la entrevista a los duques de Sussex concedida a Oprah Winfrey ha generado un importante revuelo en Buckingham. Pero por el momento, no habrá respuesta oficial. Así lo ha solicitado Isabel II, que se habría negado a firmar una declaración formal en nombre de toda la Familia Real en la que se reiteraba el respeto y cariño por Harry y Meghan, a pesar de lo dicho por ambos. Según The Times, la Reina de Inglaterra, esa a la que los duques de Sussex sacan en la entrevista de cualquier polémica y que a su entender no manda en su casa, habría parado cualquier reacción oficial a la espera de acontecimientos.
La entrevista fue vista en directo por los secretarios privados de la Reina y del príncipe Carlos, Edward Young y Clive Alderton. Otros miembros de sus equipos también permanecieron hasta altas horas de la madrugada digiriendo las declaraciones de la pareja. A lo largo del lunes hubo sesiones informativas y acordaron que cualquier respuesta tendría que ser coordinada entre la Reina, Carlos y William.
La ignorancia de Harry y Meghan deja atónitos a Isabel II, Carlos y William
Isabel II habría mantenido una conversación desde Windsor con su hijo Carlos, que estaba en Clarence House, su casa en Londres. Y también habría hablado con su nieto William. Todos ellos estarían de acuerdo en guardar silencio al respecto por el momento. Principalmente por respeto a la delicada situación que padece Felipe de Edimburgo, que sigue ingresado recuperándose de una intervención coronaria. Fuentes del personal más cercano a Harry y Meghan durante los últimos «tres años extremadamente difíciles» le han dicho al Daily Mail que se sentían «enojados y decepcionados» con la pareja.
En palacio no dan crédito además con la ignorancia demostrada por Harry durante la entrevista. Sobre todo al respecto de las normas que afectan a los miembros de la familia. Archie no recibió tratamiento honorífico al nacer ni tenía derecho a seguridad privada porque así lo estableció en su día el rey Jorge V hace un siglo. Algo reservado sólo a los hijos de un soberano y sus nietos a través de la línea masculina. Archie solo recibirá un título cuando su abuelo, el príncipe Carlos, acceda al trono y así lo establezca. Tras escuchar los lamentos de Harry, Oprah Winfrey sentenció: «No querían que él fuera un príncipe»… algo que el nieto de la Reina no matizó.