Yoga, más que un deporte
Si aún no has probado el yoga, deberías. Porque no es solo una disciplina deportiva, es una puerta abierta al bienestar y la exploración de los propios límites.
Seguro que desde hace meses intentas encontrar ese hueco en tu vida que sea sólo para ti. Un ratito, aunque sea pequeño, donde cese el ruido a tu alrededor. Unos minutos donde tu mente te permita relajarte como si de una siesta reparadora se tratase. Es el momento de encontrarte con el yoga.
Dedicar unas horas a la semana a cuidarte debería ser obligatorio. No es sólo una frase hecha o un lema de motivación; hablamos de Salud. Sí, en mayúsculas, porque la salud es primordial, a nivel físico y mental, y más en los momentos de estrés y ansiedad que estamos viviendo. Si en los países del Norte de Europa los médicos están recetando ejercicio físico como algo de obligado cumplimiento, deberíamos tomarnos más en serio el tener un momento personal de cuidado.
«Cuidar de uno mismo es fundamental para encontrar nuestra mejor versión. Y esto es clave para poderla proyectar hacia los demás», nos cuenta Alba Genís, responsable de marketing de Distrito Estudio. Siempre es un buen momento; pero ahora que llega la primavera, y todo se renueva, podemos hacerlo nosotros también.
Por qué elegir el yoga
El yoga no es solo un ejercicio físico con posturas imposibles para gente flexible y joven. “El yoga permite aprender a cuidarnos a todos los niveles y ser más conscientes de nosotros mismos como individuos y como integrantes de un entorno social y medioambiental”, asegura la experta en bienestar Carla Sánchez, co-fundadora de Secret Yoga Club y de The Holistic Concept.
Hablamos de una técnica que ayuda a fortalecer el cuerpo, a mejorar la postura, prevenir y tratar lesiones, aumentar la agilidad y a mantenerse activo durante toda la vida. No existe ninguna edad o condición física para empezar a practicarlo ni para dejar de hacerlo. Es una disciplina que siempre te acompaña y se adapta a tu nivel. A lo que llegues, a lo que puedas, a lo que tu cuerpo pueda. Porque cada día será más.
El yoga más importante no es el que se realiza en la esterilla, sino fuera de ella. El cómo te sientes, cómo duermes, cómo descansas, cómo te comportas… La última finalidad del esta práctica es preparar cuerpo y mente para la meditación: «El yoga es, ante todo, una disciplina de crecimiento personal”.
La mayor evolución que ha experimentado el yoga en los últimos siglos ha sido en occidente y de la mano de la mujer. Se debe desmitificar que es solo para mujeres, “es para todos”, aunque es verdad es que somos nosotras las que nos hemos lanzado a fondo a un modo de vida diferente.
Además, ayuda a que nuestro cerebro funcione mejor. Cada día. Yoga y cerebro son una buena pareja. Así lo han confirmado investigadores de la Universidad Estatal de Wayne (Estados Unidos), quienes han descubierto relaciones entre las conexiones cerebrales y la práctica de este ejercicio de origen oriental. Con una serie de pruebas en adultos que simplemente aumentaron una sesión semanal a su rutina ya observaron mejoras en las estructuras de su cerebro y otros aspectos beneficios para la salud que cotejaron con otros estudios relacionados.
El yoga también te cuida por dentro: protege tu sistema inmunológico
Previene enfermedades cardiovasculares, el estrés, el síndrome de colon irritable, la fibromialgia, el deterioro cognitivo leve, la fatiga crónica en pacientes que han padecido cáncer… Y en tiempos de pandemia como el que vivimos, puede ser un perfecto aliado.
Es más, la Universidad de Harvard quiere que hagamos más yoga. Según se desprende de un estudio de Harvard Medical School, ‘An introduction to yoga’, el yoga facilita el sueño al reducir el estrés, la ansiedad y la excitación, todas las causas conocidas de falta de sueño.
Personas que tenían problemas para dormir, hacían la práctica de 30 minutos cada noche antes de acostarse. Después de ocho semanas, los investigadores encontraron que los participantes dormían 36 minutos más de promedio y se despertaban menos durante la noche. Sobre todo, la calidad de su sueño mejoró en un 11 %. ¡Viva!
Meditación, un paso más allá
Aprender a meditar no es fácil. Y no hace falta que pienses en meditar durante horas. Vamos a ir poco a poco. Según afirma el profesor Yiannis Mukta Om, de Gecko Hotel & Beach Club en Formentera, “no hay necesidad de correr, o tener prisa, es simplemente paciencia y constancia”.
Hay quien apuesta por meditaciones más cortas para cuando es imposible por tiempo. La profesora madrileña de Eme Yoga tiene en su canal meditaciones sencillas y evocadoras, es posible que hasta consigas dormirte unos minutos, que son una auténtica maravilla. Desde 10 minutos hasta una sesión completa.
Qué necesitas para hacer yoga
- Un pequeño espacio en casa, o acudir a un centro, o una conexión a internet para encontrar la clase que más se amolde a tus características
- Una esterilla o mat
- Una equipación si quieres. Es de agradecer que casi todas las firmas de moda hayan encontrado además en el yoga un nicho de mercado maravilloso donde dar rienda suelta a la creatividad y al diseño creando cada vez más looks cómodos y de tendencia. Desde las marcas de deporte, como Decathlon con su nueva línea Kimjaly, marca de yoga creada por yoguis para yoguis, a las firmas más Premium, como Alo Moves, firma creada en Los Ángeles que lanza constantemente colecciones y que incluso cuenta con su propia plataforma de clases de yoga y meditación online, para la que han fichado incluso a los mejores profesores del mundo.
Una original forma de hacer deporte en familia
Incluso hay quien ha dado un paso más y ha creado una la baraja de cartas de yoga para toda la familia, como Gurucards Yoga for kids, que nace con la intención de mostrar a los más pequeños lo que la filosofía milenaria del yoga puede aportarles tanto a nivel físico como mental a través de 41 asanas o posturas de yoga.
La baraja está diseñada por la profesora de yoga titulada en India, Cristina Zamora, e ilustrada por el pintor valenciano, Luis Contreras. La baraja está hecha bajo la premisa de Ahimnsa, la no violencia, con papel de piedra, sin agua, sin cloro, sin PVC y sin madera.