Sale a la luz el verdadero motivo por el que Harry accedió a entrevistarse con Oprah
El príncipe Harry aceptó hablar con Oprah Winfrey tras conocer que Isabel II le había despojado de sus títulos militares.
Las aguas siguen bajando algo revueltas por Montecito. Hablamos del lujoso barrio de Santa Bárbara atravesado por un pequeño arroyo, que posee curiosamente el madrileño nombre de San Isidro. Sus vecinos más ilustres, los duques de Sussex, siguen a la gresca con gran parte de la familia que dejaron en Londres. Harry ni entiende ni perdona el bloqueo institucional que ha sufrido en los últimos meses; ni que la reina Isabel II le despojara de sus títulos militares, que él cree que se ganó con su servicio y dedicación.
Una decisión que enfureció al príncipe y que le llenó de razones para hablar frente a las cámaras con Oprah Winfrey en una lamentable entrevista en la que se sacaron numerosos trapos sucios. La prensa británica, citando fuentes cercanas a la pareja, asegura que ese fue el verdadero motivo por el que Harry accedió a ponerse delante de las cámaras.
Carlos no quiere que los hijos de Harry y Meghan tengan títulos reales
Fuentes de palacio señalan que la pérdida de sus funciones dentro de la familia incluía para Harry ser despojado de sus títulos militares. Algo que él mismo supo cuando a principios de febrero se reunió con su padre, su hermano y su abuela. Por tanto, no habría sido una sorpresa para él… pero Harry pensaba que sus parientes y en especial su abuela, no serían capaces de ejecutar tal decisión. Al hacerse efectivas las medidas un año después del pacto, en marzo de este año, el duque de Sussex entró en cólera. Sólo unas horas después, daba su brazo a torcer y decidía aceptar la oferta de Oprah Winfrey para contar su verdad.
El desapego oficial hacia los Sussex es de tal calibre que el príncipe Carlos habría establecido normas para que la descendencia de Meghan Markle y Harry nunca reciban el tratamiento de príncipes o princesas. Un plan que se llevaría a efecto en cuanto llegara al trono, reduciendo al máximo el número de miembros con representación pública. Quiere evitar así situaciones de este tipo y el consiguiente daño a la institución.