Elsa Schiaparelli, la transgresora diseñadora que ha conquistado a Bella Hadid y Ester Expósito
La historia de Schiaparelli es hablar de su fundadora, Elsa Schiaparelli, una mujer transgresora que supo llevar la extravagancia a la alta costura.
«En tiempos difíciles, la moda es siempre extravagante». Ese era el lema que Elsa Schiaparelli llevó por bandera a lo largo de sus 83 años. Una frase que define a la perfección la esencia de la firma de alta costura que es hoy. Suya es la nueva moda de las pezoneras luxury, los vestidos con corsé de gladiador o el impresionante vestido-joya que lució Bella Hadid en la alfombra roja de Cannes. Diseños elegantes, extravagantes y sobre todo diferentes a los que han caído rendidas celebrities e influencers de todo el mundo.
La extravagancia única de Elsa Schiaparelli
La historia de Schiaparelli es la historia de una mujer con una fuerte personalidad, que dejó claro desde el día de su boda que ella había llegado para cambiar el orden establecido. Y es que a diferencia del resto, ella se casó vestida de negro, algo poco habitual en la época.
Elsa Schiaparelli nació en Roma en 1890, en una familia de aristócratas e intelectuales para los que no había espacio para la moda. Con tan solo 22 años escapó del férreo control de su familia para instalarse en Londres, donde conoció a Wendt de Kerlor. Fue un amor a primera vista, y 24 horas después de conocerse, se casaron. Aunque el matrimonio no duró mucho, llevó a Elsa a vivir a Nueva York, donde empezaría a empaparse del arte y las corrientes artísticas de la ciudad.
Tras pasar por Londres y Nueva York, llegó a París
Sin embargo, las constantes infidelidades de su marido y su complicada situación económica, la llevaron a divorciarse y volver a Europa, concretamente a París. Fue en esta etapa donde se inició en el mundo de la moda, convirtiéndose en la primera influencer de la historia. Elsa Schiaparelli conoció al modisto Paul Poiret, que vio en ella una mujer atípica e ideal para lucir sus diseños a modo de reclamo publicitario. Elsa salía por las calles de París luciendo los vestidos del modisto, y diciendo a las señoras que se le acercaban que eran obra de Paul Poiret.
Gracias a este primer trabajo, Elsa Schiaparelli vio que lo suyo era el mundo de la moda. Con los conocimientos que Poiret le transmitió y las influencias artísticas que bebió de su etapa en Nueva York, la diseñadora abrió su primer atelier, consiguiendo un enorme éxito, y convirtiendo su marca en un emblema de modernidad.
Elsa Schiaparelli fue la primera diseñadora en protagonizar una portada de la revista Time
Schiaparelli enseguida se consagró como una firma de moda diferente y extravagante. Diseños tan habituales como los vestidos reversibles en blanco y negro, los sombreros Mad Cap, los culottes o los trajes con hombreras se los debemos a la firma, que en los años 20 revolucionó el mundo de la moda con sus invenciones.
En 1930 Schiaparelli era ya una empresa exitosa y consolidada. Su dueña contaba con varios pisos y ocho talleres en los que trabajaban 400 personas. Abrió sedes en Londres e incluso una oficina en Nueva York, y tan solo dos años después se lanzó al mundo de la cosmética con tres perfumes: Soucis, Salut y Schiap.
Un éxito empresarial que se complementó con el éxito de sus diseños, cada vez más rompedores, seductores vestidos de noche o abrigos de inspiración masculina. Todo ello llevó a Elsa en 1934 a convertirse en la primera diseñadora de moda femenina en aparecer en la portada de la revista Time, un privilegio del que no habían gozado otras diseñadoras como Coco Chanel, con la que tenía una gran enemistad.
Su nuevo resurgir de la mano de Tod’s
Después resistir a la Segunda Guerra Mundial, triunfar en Estados Unidos y convertirse en una de las firmas de lujo de referencia, Elsa Schiaparelli decidió cerrar la empresa en 1954, al entender que el mundo de la alta costura había cambiado para siempre. Murió en 1973 mientras dormía y sin saber que su firma resurgiría para convertirse de nuevo en un símbolo de extravagancia.
Diego Della Valle, presidente de Tod’s, compró la firma y sus archivos, y durante la muestra Schiaparelli and Prada: Impossible Conversations celebrada en el Met de Nueva York de 2012, reabrió la casa de costura en el Hotel de Fontpertuis. Dos años después, Schiaparelli lanzaba su primera colección de alta costura y volvía a convertirse en referencia en las alfombras rojas. Grandes personalidades y celebrities como Lady Gaga, una de sus musas y máximas representantes, Bella Hadid, Kim Kardashain, Adele, Chiara Ferragni o incluso la española Ester Expósito, han caído rendidas a sus diseños.