El príncipe Carlos y su hijo Harry no limarán sus asperezas en Navidad
La turbia relación entre el príncipe Carlos y su hijo Harry no mejora y la ausencia de éste en los festejos de Navidad parece más que garantizada.
El príncipe Carlos y su hijo, el príncipe Harry, no se hablan desde hace meses. Su relación se encuentra muy deteriorada, sobre todo desde que el Duque de Sussex protagonizara con su mujer la polémica entrevista con Oprah Winfrey el pasado mes de marzo. Las revelaciones de la pareja, las acusaciones de racismo y el corte de la financiación se postulan como los principales temas de controversia entre padre e hijo. A escasas semanas de celebrarse la Navidad en Windsor, todo apunta a que Harry y Meghan volverán a celebrar estas fechas lejos de Londres.
Esta situación, que no es nueva, ha sido corroborada por varias fuentes a The Sun. En la información se afirma que Carlos y Harry hablaron personalmente por última vez en el funeral del Duque de Edimburgo, hace ocho meses. Desde entonces, ambos sólo han mantenido alguna que otra llamada telefónica en la que no ha faltado la tensión y los reproches mutuos.
Carlos y Harry han perdido confianza mutua desde hace mucho tiempo
Esto no es de extrañar, ya que a lo largo de los últimos meses, Harry no ha tenido reparos en atacar de forma directa o velada a su padre. En un podcast llegó a decir que se había mudado a los Estados Unidos para romper el ciclo de dolor que había sufrido en su infancia; y al hablar de él dijo: “Me trató como le trataron a él”.
Frases y sentimientos que no han hecho más que deteriorar una relación bastante tocada desde que Harry y Meghan decidieran romper su compromiso con la familia real e iniciar una nueva vida lejos de palacio. En este sentido, aunque Harry regresó a Londres el pasado julio para participar en la inauguración de un monumento a su madre junto a su hermano William, no llegó a verse con su padre durante la visita.
Padre e hijo sin embargo fueron uña y carne en el pasado. Curiosamente, su hermano William se llevó la peor parte tras la separación de la princesa Diana. Ambos estaban muy unidos y Carlos se refugió en el pequeño Harry para mantenerse cerca de sus hijos, sobre todo tras el fallecimiento de su madre. Pero con los años, todo cambió. El díscolo Harry no acabó de amoldarse al entramado familiar y encontró una salida tras casarse con Meghan. Ningún miembro de su familia en Londres conoce a la pequeña Lilibet, nacida hace seis meses. Y por lo que parece, Navidad no será un momento para el reencuentro familiar.