El príncipe Andrés espera fecha para el juicio por abuso sexual
El hijo de Isabel II busca un acuerdo económico con Virginia Roberts para no sentarse en el banquillo y responder a la demanda de abuso sexual en su contra.
Aunque todo es susceptible de pasar a las puertas de un juzgado, el abogado de Virginia Roberts, David Boies, ha reiterado en las últimas horas que su cliente no está dispuesta a aceptar un acuerdo económico con el hijo de Isabel II. El príncipe Andrés se encamina por lo tanto al banquillo de los acusados y es muy posible que se enfrente al juicio que intenta rehuir. Sobre todo tras ver cómo el juez de Nueva York, Lewis Caplan, ha desestimado la solicitud de los abogados del príncipe para desestimar la demanda.
Para el juez, el acuerdo entre Virginia Roberts y Jeffrey Epstein alcanzado en 2009 y que forzó por medio millón de dólares el silencio judicial de la joven no afecta en este caso. Un documento que además podría incriminar aún más al propio Andrés, al hacerle partícipe y conocedor de una red de trata de mujeres y favores sexuales.
El futuro judicial del príncipe Andrés se complica
Los abogados del hijo de la Reina de Inglaterra seguirán buscando un acuerdo extrajudicial, pero a la vez prepararán a su cliente para un juicio presencial e intentar limpiar el honor de su cliente. Algo que en el Palacio de Buckingham ya dan por perdido desde hace tiempo. Su presencia en la vida pública es inexistente desde hace años e Isabel II asume como puede una de sus mayores decepciones como madre y Reina.
El abogado de la demandante, David Boies, a sus 80 años, suma una nueva victoria a su extenso currículum. Este letrado ya puso contra las cuerdas al gigante Microsoft y obligó a su segregación en un histórico juicio antimonopolio. Y aunque asume que el acuerdo económico seguirá sobre la mesa, reconoce que la intención de Virginia Roberts es ver sentado en un banquillo al príncipe Andrés. El mismo que, según ella, la forzó sexualmente en tres ocasiones cuando ella tenía 17 años, a sabiendas de que la joven formaba parte de la red de sexual creada por el fallecido Jeffrey Epstein.