Manuela Velasco: “La terapia es sanadora y no solo en momentos de crisis”
Creo que tendremos que vernos de nuevo porque, esta vez, la pregunta final me la ha dejado para mí. Manuela Velasco es brillante, excelente conversadora, inteligente tándem para un periodista. Respondió este cuestionario regresando de Egipto. Su historia y puestas de sol la dotaron de una calma que transmite. En la actualidad la vemos en “Mentiras” y “Express”, dos registros bien distintos…
The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de tu vida?
Manuela Velasco: Me da la oportunidad de explorar y encarnar personalidades, comportamientos, energías, creencias, pensamientos, conductas, situaciones… distintas a mí y a mi vida. Me completa, me ayuda a ir conociendo más del ser humano. Me obliga a salir al mundo porque yo tiendo bastante a la soledad. Y también llena un vacío, no sé cuál, pero algo llena durante un rato. Es como si durante el rato del teatro la vida tuviese un sentido y un propósito y a la vez estuviese más protegida y más expuesta y más libre que nunca.
TL: ¿En el mejor de tus sueños imaginaste todo lo vivido?
Manuela Velasco: Imaginé, deseé y trabajé duro para conseguir algunas cosas que sucedieron, pero casi siempre de manera muy distinta a la imaginada. También imaginé, deseé y peleé por algunas cosas que no han podido ser. Mi vida ha resultado ser muy distinta de lo que había imaginado y de cómo hubiera querido que fuese, pero me adapto y agradezco lo que sí he vivido.
“Tiendo bastante a la soledad”
TL: El apellido, el background familiar… ¿ha sido un acicate o un hándicap para ser valorada?
Manuela Velasco: No sabría decirte, quizá un poco de las dos cosas. Lo que sí que me ha dado mi familia ha sido la oportunidad de conocer este oficio de verdad, desde dentro desde el primer momento. Siempre he sabido que es maravilloso, pero que también es duro, inestable. Que da miedo no saber si te van a volver a llamar o si vas a poder pagar el alquiler; que te obliga a estar mucho tiempo lejos de casa y de tus seres queridos; te hace tener que lidiar mucho con las negativas y la frustración, el juicio interno y externo; que se pasa mucho frío y mucho calor, que hay que madrugar muchísimo y estudiar y estudiar. Vamos, que no tenía una idea romántica ni idealizada de la profesión. Cuando decidí ser actriz sabía dónde me metía.
TL: ¿Sientes que disfrutas del nivel de reconocimiento soñado?
Manuela Velasco: El nivel de reconocimiento me da igual, lo que me gustaría es tener la oportunidad de hacer buenos papeles en buenos proyectos con buenos directores/as. En este aspecto me gustaría seguir sumando.
TL: Las plataformas, las series de tv… ¿han sido un balón de oxígeno laboral para tu profesión?
Manuela Velasco: Sin duda alguna.
TL: “Mentiras”, “Express” son dos propuestas muy distintas. ¿La magia del actor es precisamente esa, la versatilidad interpretativa?
Manuela Velasco: Yo creo que la magia del actor es la capacidad de encarnar las vidas de otras personas. Y, a través de la ficción, conseguir que el espectador se cuestione, revelarle algo, modificarle, abrir su pensamiento.
“Cuando decidí ser actriz sabía dónde me metía”
TL: La psicóloga de “Express”. Más de uno te querría en su vida, después de lo que estamos viviendo…
MV: ¿Qué te voy a decir yo que llevo yendo a terapia ininterrumpidamente desde hace más de 15 años? Me parece necesaria y sanadora. Y no solo en momentos de crisis.
TL: ¿Te han dejado alguna enseñanza estos casi dos años de pandemia?
MV: Que lo que más me importa en la vida es que mi familia esté bien. Que necesito muchísimo menos de lo que creía y deseaba, tanto en el terreno material como en el de las relaciones sociales y actividades. Que es fundamental la comunidad y ser solidarios, que tenemos que parar este modelo de consumo infernal e insostenible y empezar a tomarnos radicalmente y urgentemente en serio el cuidado del planeta.
TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
MV: A mí me resulta bastante difícil en la vida, pero trato de controlarlo. La suerte es que, en mi profesión, tengo oportunidades maravillosas para dar rienda suelta a las emociones más extremas, en lo positivo y en lo negativo; y para permitirme investigar los más bajos instintos en un entorno seguro y controlado en el que nadie va a ser dañado ni de palabra ni de obra.
“Mi vida ha resultado ser muy distinta de lo que había imaginado”
TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?
MV: Agradeciendo lo vivido.
TL: ¿En qué situación has dicho “chapeau”, me quito el sombrero?
MV: Muchas veces. Me encanta la gente que honra su trabajo. La gente que pone amor, cuidado, paciencia y voluntad en sus tareas. Chapeau A MIS PADRES por cómo han decidido vivir esta etapa de su vida, después de la jubilación, en el campo. Por cómo siguen entusiasmándose y con espíritu curioso y aprendiendo cosas nuevas, y por el maravilloso ejemplo que nos están dando a mi hermana y a mí. Chapeau a mi maestro, Juan Carlos Corazza, por su generosidad y su entrega al arte y su implicación en el desarrollo y cuidado de los talentos de sus alumnos durante tantos años con tanta pasión. Chapeau a Penélope Cruz y Javier Bardem por sus extraordinarios trabajos que les han valido la nominación al Oscar. Y mira, también pensé chapeau hace unos días cuando leí la exquisita felicitación que le escribió Roger Federer a Rafa Nadal para darle la enhorabuena por ganar el Open de Australia y su 21 Grand Slam.
TL: ¿Qué te gusta hacer a tu manera?
MV: Soy muy especialita preparando café y con cómo me gusta que me lo preparen.
“La pandemia me ha enseñado que necesito muchísimo menos de lo que creía y deseaba”
TL: ¿Lo que mejor se te da hacer?
MV: Soy muy buena durmiendo la siesta.
TL: Si pudieras ser otra persona o cosa, ¿por qué /quién optarías?
MV: Creo que no quiero.
TL: ¿Qué es lo que realmente ha marcado tu vida?
MV: Ahora mismo creo que no haber sido madre, porque estoy teniendo que lidiar con la despedida de un proyecto de vida y de un fuerte deseo. Pero eso lo podré decir cuando hayan pasado unos años, ahora me parece que sí, que me va a marcar mucho, pero igual el duelo pasa y no es para tanto. Te lo diré en una década.
TL: ¿Qué pone en tu estado de WhatsApp?
MV: Ni idea. Lo que pone por defecto.
TL: ¿A quién meterías en una máquina del tiempo?
MV: ¡A mí! Siempre que pudiera volver. Viajaría al Egipto de los faraones, al Renacimiento en Italia, iría a conocer a Jesucristo…
TL: ¿Qué locura has hecho para conocer a uno de tus iconos?
MV: Ninguna.
“No ser madre ha marcado mi vida”
TL: ¿A qué eres inmune?
MV: A nada.
TL: ¿El insulto hace callo?
MV: Creo que sí. Las primeras veces me afectaba en lo personal y me ponía triste y violenta. Ahora me sigue violentando pero por la impunidad, por la gratuidad, porque me apena mucho pensar que la gente necesita tanto odiar y dañar. ¿En qué estado estarán para emplear su tiempo en atacar a personas que no tienen nada que ver con su vida?
TL: Marca España es…
MV: Para mí nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestros deportistas, científicos… y muchos españoles que en sus disciplinas inspiran al mundo.
TL: ¿Qué no falta nunca en tu maleta?
MV: Muchos “por si acasos”, demasiados. Es una asignatura pendiente que tengo: viajar ligera de equipaje. También en mi bolso del día a día, que no es un bolso, es una mochila. Un compañero de gira dijo que, si me lo pedías, podía sacar del bolso todo lo necesario para hacer una paella, camping gas incluido.
TL: ¿La suerte es más definitoria que el talento?
MV: Creo que pesa bastante. No cabe duda de que el trabajo, la preparación, la voluntad, la formación y el talento cuentan. Pero desgraciadamente me he cruzado con muchas personas llenas de talento y cualidades que no han tenido su poquito de suerte y no se les han cumplido los sueños.
“La vida me suena a latido. Y a respiración”
TL: ¿A qué te suena la vida?
MV: A ruido. Y a latido. Y a respiración.
TL: ¿La belleza da poder?
MV: En algunos contextos sí.
TL: ¿El dolor más intenso?
MV: Saber que no voy a volver a ver a algunas personas que murieron. Y la imposibilidad de cambiar algunas cosas que ya no tienen remedio.
TL: ¿Ser elegante es…?
MV: No me veo capaz de definir la elegancia. Me resuenan las palabras de Marta D. Riezu cuando dice: “ Elegante es lo que no se menciona, no se impone, no avasalla, no te vende nada, no se abre paso a codazos. Simplemente está, ayuda, contribuye, alegra, facilita”. Os recomiendo mucho leer a Marta, tanto Agua y Jabón como La moda justa.
TL: ¿Qué te hace perder la templanza?
MV: La mala educación, la injusticia, el abuso.
TL: ¿Con quién compartirías la cena de tus sueños?
MV: Me gustaría reunir a mi familia y a la familia de mi pareja, a los que están y a los que ya no están.
“Hacer musicales es un sueño que no cumpliré”
TL: ¿Esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
MV: Estoy haciendo memoria y no recuerdo ninguna en concreto. Claro que he tenido críticas malas, regulares y buenas. Recuerdo que cuando debuté en teatro a veces mencionaban que me faltaba proyección vocal, y era verdad, me daba rabia, pero tenían razón. Lo trabajé y lo resolví, ya hace años que no me lo dicen. Aunque sigo poniendo mucha atención en eso.
Mira, me acabo de acordar: una vez me echaron de un casting en el que había que cantar porque canto fatal. Me lo dijeron y me dolió, pero era TAN VERDAD. A mí me hubiera encantado hacer musicales, pero es que tengo cero oído y canto tremendamente mal. Un sueño que no cumpliré. Pero creo que es interesante abordar otro tema: los insultos y la impunidad. Me insultaron mucho cuando gané el Goya por REC. Recuerdo muchos insultos machistas.
Recuerdo que la manera que mucha gente elegía para expresar que yo no les gustaba o su opinión de que yo no merecía el Goya, era atacarme personalmente, insultos con tinte sexual, machista y misógino. No hablaban de mi trabajo, me insultaban a mí. Recuerdo una frase que me dejó en shock porque además fue obra de un periodista. Dijo algo así como: “Me pregunto cuánto prepucio habrá tenido que chupar Manuela Velasco para que le den el Goya”. ¿Qué te parece? Que un periodista pudiera escribir eso con total impunidad hablando del trabajo de una actriz. Te lanzo a ti la pregunta.
TL: Algo que no te he preguntado.
MV: Estoy bien así, gracias. Termino lanzándote yo la pregunta anterior a ti. Y un fuerte abrazo.