Guarderías de vanguardia en España
Llega el momento más duro del año, entregar a nuestros seres más queridos (y más pequeños) al cuidado de otras personas. Asegurémonos, al menos, de que están en buenos edificios.
Llega el momento más duro del año, cuando regresamos de nuestras bien merecidas vacaciones y debemos enfrentarnos a dos grandes inconvenientes: la vuelta al trabajo y la “entrega” de nuestros más tiernos infantes a las guarderías de turno. Pero la experiencia nos dice que no solo debemos ser exigentes con la cualificación de los empleados del centro educativo infantil, también queremos que estén dentro de unos buenos edificios, lo más modernos y preparados posible.
Así que hemos preparado una selección de las últimas y más modernas guarderías que se han abierto en España. Empezaremos por Zaragoza, donde el estudio Magen Arquitectos ganó el concurso celebrado en el año 2011 para el diseño y construcción de una guardería. Se trata de la Escuela Infantil Vasderpartera, con un presupuesto de casi 2,5 millones de euros y una superficie de 1.809 metros cuadrados en la que ejecutaron un maravilloso edificio con forma elíptica y variedad de colores, abierto en el año 2016.
La actuación nace de la necesidad del crecimiento del límite sur de la ciudad, con 10.000 viviendas. El edificio responde al modelo de las escuelas municipales italianas de Reggio Emilia, donde la escuela se vincula a un espacio interior libre o plaza central. Las formas curvas, sin esquinas, refuerzan el carácter lúdico del aprendizaje infantil (según los arquitectos). Los espacios abiertos, la luz y la variedad de colores juegan un importante papel en este magnífico edificio.
Nos trasladamos 180 kilómetros al norte, hasta Pamplona, donde el estudio de arquitectura Pereda Pérez diseñó la escuela infantil La Milagrosa. Su ejecución finalizó en 2016 y su disposición geométrica es triangular, nada que ver con la anterior (por aquello de la variedad), respondiendo al suelo en el que se construyó, con edificios residenciales en dos medianeras y una plaza en frente, a la que tiene salida.
El edificio es un ejemplo de aprovechamiento de espacios y de adaptación arquitectónica, un solar inmerso en una infraestructura residencial. Así, se posicionaron las estancias según el mejor aprovechamiento de ellas: oficinas administrativas al interior, módulos educativos al exterior y en los extremos del triángulo los patios exteriores. Las dimensiones del lugar, 1.630 metros cuadrados, permiten un gran aprovechamiento lumínico, reafirmado por la inclusión de lucernarios para las zonas de difícil acceso de la luz.
Cruzamos ahora la península ibérica unos 600 kilómetros, hasta Alicante, donde el sugerente estudio de arquitectura Esculpir el Aire nos ha deleitado con la transformación de un edificio de la mano del arquitecto José Ángel Ruiz Cárdenes. El centro de educación infantil Nuestra Escuela (para niños menores de 3 años) es el beneficiario de esta actuación, en la que se ha provisto al edificio de una nueva envolvente, más viva y llamativa.
Una paleta cromática bien definida articula los espacios, con variedad de elementos atrayentes, como vegetación autóctona, una cascada y una iluminación nocturna digna de verse. Lo mejor: la geometría del jardín está desarrollada indirectamente por los niños, a los que se les pidió que dibujasen libremente, el resultado del estudio de esos parámetros establecidos por los infantes es este edificio, configurado con azulejos de la empresa Cerámicas Vilar Albaro, con formatos de 10 x 20 y de 20 x 20 centímetros, capaces de adaptarse a las ondulantes paredes.
300 kilómetros al Sur, visitaremos otra maravillosa edificación destinada a salvaguardar a nuestras pequeñas joyas, en Almería se ubica la guardería municipal de Vélez-Rubio, finalizada en el año 2010, y diseñada por el estudio de arquitectura Los del Desierto. La cubierta del inmueble se pliega para duplicar la altura en planta, permitiendo mayor entrada de luz natural. El edificio contiene 8 aulas, comedor-sala polivalente, cocina y zona administrativa, todo distribuido alrededor de un patio central, abarcando una superficie total de 874 metros cuadrados.
La diversión para los peques se garantiza mediante las alegres ventanas circulares de distintas dimensiones que taladran el inmueble, cuyos cristales, de distintos colores, inundan el interior de magenta, amarillo y azul. Un zócalo de 1,30 metros divide la zona adulta de la infantil, de ahí hacia abajo, vinilos acústicos revistiendo pared y suelo, de distintos colores según el aula: azul de 0-1 años, mezcla de rojo y amarilla para 1-2 años y verde para los niños entre 2 y 3 años. Lo mejor: debajo del pavimento circula una instalación de suelo radiante, para que no pasen frío las criaturas.
Terminamos (por ahora) este viaje para pequeños en Madrid, a 550 kilómetros, en el nuevo centro de la escuela de idiomas English for fun, diseñado por los arquitectos Lorena del Río e Iñaqui Carnicero del Rica Estudio, en total han intervenido una superficie de 1.050 metros cuadrados, finalizando la ejecución del proyecto en 2016. En esta escuela, fundada en 2011, los niños aprenden inglés utilizando sus cinco sentidos, así que os podréis imaginar la importancia que adquiere el entorno…
Los diseñadores obviaron las estructuras divisorias clásicas (paredes) para crear espacios de división capaces de interactuar con los infantes, donde poder almacenar los elementos de la clase, pero que sirviera de pared habitable en la que los niños pudieran emplear su imaginación. Además, estas gruesas paredes conectan los espacios, permitiendo un escaparate del proceso de aprendizaje, dado que no hay divisiones visuales… ¡Fantástico! ¿Serías capaz de decidir a qué Escuela Infantil llevarías a tu hijo?