Cómo educar en Internet por edades

Internet es una ventana abierta a todo tipo de contenidos y por ello hay que restringir los accesos y el uso según la edad que tenga el niño.

Patricia Peyró. 20/11/2018

¿A quién no le ha pasado alguna vez encontrar alguna imagen ofensiva al estar realizando una búsqueda inocente en Google? Si nos ha pasado a nosotros como adultos y nos ha tocado la fibra sensible provocándonos repulsión o rechazo, imaginemos si esa imagen o vídeo la viera un niño. Uno de los peligros potenciales de Internet es el acceso a contenidos inapropiados y que puedan dañar su sensibilidad: visionar imágenes para las que no están preparados o leer cosas que puedan asustarlos o sugestionarlos ideológicamente son apenas unos ejemplos de lo que se pueden encontrar. Son muchas las amenazas existentes, pero que pueden controlarse en cierto modo tomando precauciones.

Dentro de los contenidos potencialmente dañinos para el niño, además de las imágenes pornográficas, encontramos otras fotografías o textos que pueden tener una carga ideológica inapropiada, como la xenofobia, el racismo y un largo etcétera de temáticas vinculadas a las conductas violentas.

La probabilidad de que el niño acceda a contenido inadecuado es muy alta y aumenta a medida que se van haciendo mayores y amplían su rango de intereses

Procurando una evolución digital controlada

Los niños comienzan a familiarizarse con el entorno de Internet a partir de los dos años y lo hacen generalmente a través de la tablet o del smartphone con el que su progenitor les permite jugar un poco y distraerse. Esta es una práctica natural que forma parte de su “evolución digital” y que debemos fomentar. Sin embargo, debemos procurar una evolución acorde a su experiencia de uso e intereses, ya que no es lo mismo el conocimiento de un niño de cuatro años que el de diez. En este sentido, los niños más mayores controlan cada vez mejor el manejo de Internet y por esta misma razón aumenta el riesgo de exposición a los peligros de Internet.

Hasta los 10 años

Sus primeros contactos con la Red necesitan una guía clara con explicaciones que incluyan un diálogo abierto sobre lo que es Internet. Habrá que contestar a todas sus preguntas y plantearle dificultades que le puedan surgir, dándole herramientas para resolverlas. Podremos ayudarle con estos consejos:

  • En edades tempranas habrá que estar presente cuando el menor esté navegando y haberle anticipado las precauciones mínimas de seguridad referidas a no dejar sus datos personales (nombre, teléfono, dirección) ni sus contraseñas.
  • Se deben aplicar las herramientas de control parental del ordenador. En Windows se puede ir a Windows Live Family Safety o Control Parental de Windows para obtener información sobre cómo filtrar contenido o cómo bloquear elementos emergentes de Internet.
  • El uso de Internet debe estar siempre controlado y sujeto a una serie de normas establecidas: a qué horas se puede conectar, en qué lugar de la casa y durante cuánto tiempo.
Todos los sistemas operativos cuentan con la posibilidad de configurar un control parental básico

¿Cómo negociar el uso de Internet cuando son pequeños?

En estas edades Internet es para ellos una forma de juego muy motivante y estimuladora que podemos utilizar para negociar buenas conductas:

  • “No se usa Internet hasta que no se hagan los deberes”
  • “Entre semana sólo se conecta uno media hora al día después de cenar”;
  • “Puedes coger la tablet pero sólo estando en el salón”, etc.

Cada padre debe poner sus propias normas de utilización y ser estricto. Asimismo se puede prohibir el acceso a Internet como medida de castigo a un mal comportamiento, siempre siguiendo las normas sanas para su aplicación: que el castigo sea contingente a la mala conducta, explicado y definido en su forma y duración. En cualquier caso sabiendo siempre que funciona mejor el premiar los buenos comportamientos que el sancionar los malos.

A cualquier edad es conveniente negociar las normas de uso de Internet

De 11 a 14 años

En este rango de edad los niños ya se encuentran plenamente familiarizados con el manejo de Internet. Si bien continúa siendo necesaria una supervisión, siendo realistas, esta dejará de ser tan presencial como antes, porque nos será imposible de controlarlos en todo momento. Tendremos que recurrir a alguna herramienta de seguridad con un nivel de protección intermedio y creando algunas restricciones de contenido y actividades permitidas. Podremos conseguirlo siguiendo estas pautas de control:

  • Continúa siendo necesario activar los controles ofrecidos en el propio ordenador, aunque ya será conveniente obtener informes de su actividad en Internet, como cuáles son los sitios que visitan o el tiempo que pasan realizando esa actividad o visitando esa página web. A estas edades, pues, será interesante recurrir a alguna de las aplicaciones especializadas existentes en el mercado. Algunas son muy buenas, como la de Qustodio, que además ofrece una versión gratuita.
  • Hay que supervisar que el menor no esté facilitando sus datos personales y asegurarse de que da “nicks” en vez de su nombre real en ciertos contextos. Para realizar esta vigilancia conviene que el ordenador esté a la vista del adulto, o que al menos tenga un acceso rápido.
  • En este periodo de edad comienzan a crearse los perfiles sociales y hay que empezar a educarlos en esta sentido con las pautas básicas de seguridad, incidiendo especialmente en la precaución de no hablar con extraños y generando con ellos conversaciones que les den confianza para recurrir a nosotros ante cualquier duda que les surja. Deberemos pedirles su contraseña para que podamos hacerles seguimiento de vez en cuando y así garantizar su seguridad.

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