Vinos sin Valentín

Después de la resaca de amor, dulzura, rosas, peluches y vinos propios para el día de los enamorados, volvemos a la distinta realidad. Cupido, hasta el año que viene.

No se trata de matar a ese dulce angelito, gordito, simpático y tierno. Solo vamos a ver como cada día, podemos hacer lo mismo sin esperar a una fecha en el calendario usando ese típico tópico “porque hoy es hoy”. Se me ocurre que, cualquier día de la semana, aun con poco tiempo, prepares una sencilla comida: por ejemplo, una ensalada de brotes frescos, queso y una divertida vinagreta de frutos rojos con caramelos Fisherman. Sencillo. Pones una vela en la mesa de la cocina y en lugar de encender la tele para ver las nefastas noticias que pasan en el mundo, tiras de smartphone y pones esa canción que os recuerda vuestra primera cita. Descorchas una botella de El Novio Perfecto Blanco llegado desde el Mediterráneo que, aunque haga mucho que estemos casados nos levantará una sonrisa.

Larrosa es un maravilloso rosado de Izadi en La Rioja

Fin de semana sin ningún plan previsto. Coge la bicicleta y a tu pareja, claro. Y al más puro estilo francés, una cesta de mimbre con un pollo asado que puedas comer y mancharte los dedos. Un par de copas y una botella fresquita de Larrosa un maravilloso rosado de Izadi en La Rioja. Elegir el bucólico lugar ya es cosa de dos.

No tienes pareja. Vale. De acuerdo. No pasa nada. Hay más opciones. A veces disfrutar de una copa de vino en soledad no es sinónimo de tristeza o melancolía. Contrariamente puede ser incluso motivo de celebración o de algo que no hacías desde hace mucho tiempo. Sofá o cama, luz tenue y un buen libro para acompañar una deliciosa copa de Acapella tinto de Priorat. Sin más.

El Llopart Integral de Corpinnat y el Acapella tinto de Priorat

Si eres más de amigos o familia además de tu pareja, fantástico. Compartir buenos momento nos alegran y alargan la vida. Avisa a todos que ésta noche hay fiestuqui en casa. Que cada uno traiga una cosa y del vino te encargas tú. Un par de botellas de espumoso. O mejor. Un magnum por ejemplo de Llopart Integral de Corpinnat. Brindis y burbujas entre risas y buena compañía sin necesidad de quedar en ningún local. Y es que San Valentin, patrón y referente de los amantes, puede ser cualquier día, sobre todo para los amantes, del vino.

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