Los médicos de Isabel II, preocupados por su salud, la ponen bajo supervisión
Los médicos de Isabel II la vigilan de forma constante desde hace unas horas en Balmoral ante un empeoramiento de su salud.
Isabel II se encuentra bajo supervisión médica constante desde hace unas horas. La salud de la Reina de Inglaterra parece haber empeorado desde el pasado martes, cuando la vimos por última vez en público haciendo oficial el cambio de Gobierno. No suele ser habitual que el Palacio de Buckingham emita notas oficiales al respecto del estado de salud de la Reina. Una de las últimas fue el pasado otoño, coincidiendo con el inicio de los problemas de movilidad que experimentó la monarca. La última, ha sido a media mañana de hoy.
De forma oficial e inusual, Buckingham ha emitido una nota en la que se afirma que «después de una evaluación adicional esta mañana, los médicos de la Reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica».
Ha sido precisamente la Primera Ministra, Liz Truss, la primera en hacer público el sentimiento de preocupación ante el estado de salud de la Reina, aportando algo más de gravedad a lo que no parece un simple resfriado. «Todo el país está profundamente preocupado por las noticias del Palacio de Buckingham a esta hora del almuerzo», dijo Truss en el Parlamento. «Mis pensamientos, y los pensamientos de las personas en todo el Reino Unido, están con Su Majestad la Reina y su familia en este momento», concluyó solemne.
La salud de Isabel II se vigila en Balmoral por un equipo médico
Desde el Palacio de Buckingham aseguran que Isabel II sigue en Balmoral, donde permanece desde principios del pasado agosto. Allí tiene pensado permanecer hasta finales de septiembre dentro de sus vacaciones estivales. Se sabe que el heredero, el príncipe Carlos, la acompaña desde entonces y la visita a diario en su residencia.
Su estado de salud y los problemas de movilidad que padece la obligaron el pasado martes a recibir a Boris Johnson y Liz Truss en Balmoral y no en Londres. Algo inusual en la renovación del gabinete. Se supo después que el ajetreo de ese día elevó el cansancio de la Reina, a la que aconsejaron reposo a sus 96 años. Ayer mismo a última hora, se vio obligada a suspender su presencia por videoconferencia en la reunión de su consejo privado.