La reina Letizia personaliza en Roma un traje rosa ideal que sin embargo, le hace mayor
La Reina ha cambiado el blanco con el que llegó a Italia por el rosa, horas antes de acudir a la cena de gala.
La segunda jornada del viaje de Estado a Italia de los reyes Felipe VI y Letizia se ha iniciado este miércoles con la recepción por parte del presidente de la República, Sergio Mattarella. Un acto al que ha acudido también su hija Laura y que ha tenido lugar en el Palacio del Quirinal. Una de las tres residencias oficiales del presidente de la República.
Posteriormente, los Reyes han realizado una ofrenda floral y han acudido al almuerzo con la presidenta del Consejo de Ministros italiana, Giorgia Meloni, en Villa Pamphilj. Para esta noche está prevista la cena de gala en su honor.
La reina Letizia ha adaptado este traje rosa de Carolina Herrera
Para esta primera cita del día, la reina Letizia ha cambiado el blanco con el que llegó a Italia por el rosa. Un look que ha conformado con un traje de tweed en lana virgen, en tono rosa palo y con falda recta por debajo de la rodilla. Un conjunto de Carolina Herrera muy bonito que, sin embargo, debido a la largura de la falda y el detalle de las mangas, le hace mayor.
La chaqueta cuenta con mangas abullonadas y bordados en la zona frontal que la reina ha adaptado a su gusto. Porque la prenda original, que supera los 5.000 euros, posee una gran cantidad de pedrería, de la que ha prescindido.
Doña Letizia ha completado este traje rosa con un bolso de mano y unos zapatos destalonados con tacón bajo, ideales para la dolencia que arrastra en los pies desde hace años. Ambos complementos iban a juego con el tono del traje y son de Magrit.
Discreción en cuanto a las joyas, ya que para estos primeros actos del miércoles, previos a la cena de esta noche, doña Letizia ha escogido unos sencillos pendientes de diamantes tipo botón.
La jornada concluirá esta noche con la citada cena de gala del Palacio Quirinal. Una cita en la que doña Letizia no llevará tiara para mantener la costumbre instaurada por la reina Sofía que decidió no usar ni tiaras ni coronas en los países no monárquicos.