A pesar de que es una comedia romántica, Love Actually es uno de los clásicos navideños por excelencia. Cada Navidad este film nos reúne en torno a la televisión para hacernos reír, llorar y emocionarnos con sus historias de amor. Relatos independientes que no descubrimos están relacionados hasta el final de la película, y que ahora cumplen 20 años.
Con motivo de este especial aniversario los actores se han vuelto a reunir en un programa especial en el que han recordado el rodaje de la película y repasado todo lo que han vivido en estos años.
Cuando Hugh Grant, Bill Nighy, Emma Thompson, Laura Linney y Thomas Brodie-Sangster se reunieron para leer el guion de Love Actually ya eran conscientes de que no se trataba de una película al uso. Así lo han confesado ellos mismos en el encuentro que acaban de protagonizar para la ABC.
Una parte del reparto se han reunido para hablar de la película que les cambió la vida. Y es que aunque muchos de ellos ya eran actores consagrados cuando recibieron la llamada de Richard Curtis, director del filme, esta película supuso un antes y un después para todos.
Lo fue por ejemplo para Bill Nighy, quien a pesar de ser entonces uno de los más mayores del reparto, lanzó su carrera al estrellato con Love Actually, tras la cual le ha llevado a participar en más de 20 películas.
También fue importante para Keira Knightley. Participó en este filme con tan solo 18 años y, aunque ya había grabado Piratas del Caribe, Love Actually se convirtió en su verdadero salto al estrellato.
Y qué decir de Thomas Brodie-Sangster. Apenas era un niño que levantaba dos palmos del suelo cuando se puso frente a la pantalla. Desde entonces sus apariciones en cine y televisión han sido constantes, siendo sus papeles más importantes los de la saga Star Wars y Juego de Tronos.
Sin embargo, Love Actually no solo cambió la vida de sus protagonistas, también la de los espectadores. Estos veían por primera una película que en realidad eran cinco. Una mezcla de historias de amor independientes, distintas y de varias edades, que les dejó plantados frente a la pantalla de cine.
Una película que no es navideña como tal, pero que si se desarrolla dentro de esa época, y que dejó escenas tan icónicas como la del pequeño Thomas Brodie-Sangster corriendo por el aeropuerto en busca que la niña que le gustaba; o los icónicos carteles con los que Andrew Lincoln se declaraba a una jovencísima Keira Knightley. Momentos que todos recordamos y que vamos a seguir viendo esta Navidad y 20 más.
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