El nuevo balón de La Liga ya está aquí

La presentación cada año por estas fechas del nuevo balón con el que se jugará la próxima temporada de fútbol en España significa el banderazo de salida de la competición más importante de Europa. Un acontecimiento singular, con tintes extremadamente comerciales, conscientes de que los ojos de millones de personas se concentrarán durante nueve meses en él y que de él dependerán ilusiones, emociones y estados de ánimo. El balón de la Liga 16/17, la pelota con la que Messi, Cristiano, Griezmann y compañía lucirán todas sus habilidades, ya está aquí y se llama Ordem.

Nike, que es quien se encarga de la fabricación y comercialización del balón, intenta renovar la imagen del producto aplicando nuevas tecnologías que inciden en la velocidad, precisión y diseño. Pero el balón más avanzado en la historia de Nike, según la propia compañía, no registra grandes modificaciones en su estructura, más allá de unos colores más vivos, donde se mezclan el rojo intenso y el amarillo, inspirados en los de la bandera española.

Nike dice que el nuevo balón destaca por su vuelo preciso, su toque uniforme y su máxima visibilidad. Un diseño geométrico a través de 12 paneles que ayudan a distribuir la presión de manera uniforme por todo el balón. La cámara de aire de seis alas, confeccionada en látex de carbono, y su piel sintética de tres capas, ofrecen una perfecta respuesta a las exigencias de los deportistas y al interés de los aficionados.

La historia del balón de la Liga en España es la historia del propio fútbol español. 50 años se van a cumplir desde que, a finales de los años 60 y en los albores de los primeros campeonatos de la Liga, se puso en los pies de los Gento, Puskas, Amancio, Rexach o Marcelino, el primer balón oficial creado especialmente para el fútbol español. Se llamaba Amilcar y era una rudimentaria pelota de color naranja, compuesta por grandes y alargados paneles, que otorgaban una mayor superficie lisa para poder golpearla y que se convertía en una auténtica piedra, imposible de controlar cuando se mojaba por la lluvia.

Desde entonces, el campeonato español se ha disputado con 22 clases y modelos de balones distintos. Desde finales de los 60 hasta mediados de los 90, adidas fue la encargada de suministrar y poner nombre a los balones de la Liga. La firma alemana creaba una réplica de los utilizados en el último Mundial. De este modo, vimos en España réplicas en color blanco de los Tango, Azteca, Questra o Etrusco. La calidad de los materiales fue en aumento con el paso de los años.

A partir de 1996, Nike se convirtió en proveedor oficial de la Liga de Fútbol Profesional. Comenzó entonces la época de los Merlin, Total, Aerow, Seitiro, Maxim o Incyte, hasta llegar al actual Ordem, cuya aparición, en su primera versión, llegó en 2014.

La FIFA exige un análisis de laboratorio en el que se evalúa cada balón profesional. Su peso, circunferencia, esfericidad, presión y absorción de agua. Todo para combinar estética y calidad, que deberá gustar al posible comprador y satisfacer al jugador. Soportar el toque más delicado, el despeje más abrupto o el golpeo contundente de un futbolista profesional, que se puede acercar a los 100 kilómetros por hora.

Como escribía Eduardo Galeano: «La pelota no soporta que la traten a patadas, ni que la peguen por venganza. Exige que la acaricien, que la besen. Es orgullosa, quizás vanidosa y no le faltan motivos; bien sabe ella que a muchas almas da alegría cuando se eleva con gracia. Y que son muchas las almas que se estrujan cuando ella cae de mala manera». El nuevo balón ya está aquí, la Liga de fútbol 16/17 puede alzar el telón.